Un mes después de la visita indeseada de Isaac, Alba se encontraba en el aula donde impartía clase en el instituto. El verano se acercaba cada vez más rápido y con ello se amontonaban en su mente los múltiples recuerdos de su corta vida junto a Natalia.
Junio había pasado en un abrir y cerrar de ojos. El mes en el que empezaba el verano, el mes en el que se suponía que se hubiese casado con Natalia si hubiese sobrevivido al atentado y el mes en que el dolor incrementaba debido a los múltiples recuerdos de los momentos que compartió junto a ella en todos los veranos en los que estuvieron juntas. Lo único que ayudaba a Alba a aliviar dicho dolor era su pequeña y adorable hija, por la que seguía sobreviviendo cada día.
Deseaba con todas sus fuerzas pasar página y conseguir al fin vivir una vida normal y corriente sin sentir ese dolor, pero por mucho que quisiese, nunca podría llegar a aceptar y superar completamente la muerte de Natalia. Perder a su hermano Damion fue un gran golpe para ella y sus padres, pero al menos el hecho de poder enterrar su cuerpo les ayudó en el duelo ante su pérdida.
La primera noticia que recibió sobre el bombardeo producido en el Líbano fue cuando algunos oficiales del ejército se acercaron a la granja para informarles sobre la muerte de Damion y Natalia. Quizá si hubiesen encontrado el cuerpo de Natalia para enterrar algo más que un ataúd vacío, aceptaría la pérdida del amor de su vida e intentaría seguir adelante.
Aun así, tres años después de la fatídica noticia de la muerte de Natalia, Alba todavía se sentía conectada a ella por el extraño, fino e indestructible hilo rojo que siempre las había unido. La dicotomía existente entre su corazón y su cerebro le carcomía la cabeza cada día. Su corazón, se negaba a aceptar la pérdida de su amor e insistía en esperar su vuelta, pero su cerebro le dictaba todo lo contrario e insistía en el hecho de que estaba esperando la llegada de un fantasma que nunca más volvería a aparecer en su vida.
- Alba, ¿puedo hablar contigo?
Alba se sobresaltó ante la interrupción, levantó la mirada y sus ojos se toparon con Julia Medina.
- Claro, dame un momento que acabe lo que estaba haciendo.
Julia Medina vino al pueblo huyendo del bullicio y del ajetreo de la ciudad. Se mudó de Madrid al pueblo una semana después de que Alba recibiera la noticia de la muerte de Damion y Natalia y desde entonces había ayudado al pueblo en todo lo que podía. La mayoría de los habitantes la recibieron con los brazos abiertos, consiguiendo rápidamente formar parte de la comunidad del pueblo y que la familia Reche la adoptara como una más.
Julia ayudó en todo momento a Alba y era una de las razones por las que la rubia seguía viviendo hasta el punto de llegar a depender de su amiga. Alba la mira recordando todo lo bueno que había hecho por su familia hasta dar con aquellos ojos marrones que tanto se parecían a los de Natalia...
- Te has quedado empanada pensando - dijo Julia mientras Alba sacudía su cabeza para dejar de pensar en lo mismo de siempre.
- Sí, este final de curso me ha dejado completamente agotada. Estoy lista para empezar las vacaciones - dijo la rubia mientras se levantaba de la silla de su escritorio.
- Tú y todos - dijo la castaña con una sonrisa - ¿Qué te parece si cenamos juntas esta noche y celebramos el final de curso? Así podemos avivar los cotilleos de la gente sobre nuestra gran historia de amor - propuso Julia mientras reía.
Alba carcajeó ante las ocurrencias de su amiga - Mejor quedamos otra noche. Ahora mismo estoy tan agotada que solo quiero darme un baño relajante de agua caliente.
- Perfecto, no te preocupes - respondió Julia - Solo te lo proponía porque no quiero que estés sola y que Isaac pueda causarte más problemas.
- ¿Cómo sabes lo de Isaac?
- Tu madre me lo contó hace unas semanas. Quería preguntarte sobre ello, pero... - dijo mientras encogía los hombros.
- Lo entiendo, se te olvidó con el ajetreo del fin de curso.
Rafi se llevaba muy bien con Julia hasta el punto de que intentaba que Alba y Julia acabaran juntas porque no quería que su hija estuviese sola toda la vida. Amaba a Natalia como su propia hija, pero pensaba que ya era hora de que su hija comenzase a vivir una nueva vida sin ella.
- Mi padre se encargó de Isaac y no creo que vuelva a molestarme en un tiempo. Es solo un cobarde que quiere aparentar todo lo contrario.
- He escuchado rumores de que lo echaron de su antiguo trabajo por enfrascarse en unas cuantas peleas. De hecho, hubiese vuelto antes al pueblo si no fuese porque estuvo haciendo servicio comunitario por pelearse con varias personas por una mujer - dijo Julia con preocupación.
- Te prometo que iré con cuidado.
- Solo me preocupo por ti, eso es todo.
Alba se sentía muy afortunada por recibir el cariño y los cuidados de Julia hasta el punto de que más de una vez había tenido la tentación de empezar una relación con ella, pero sabía que no la quería de esa manera y no estaba segura de si alguna vez conseguiría quererla como algo más que una amiga.
- ¿Todavía la echas de menos verdad? - preguntó Julia.
Alba asintió con la cabeza, sintiéndose incapaz de hablar ante el nudo que se había formado en su garganta por la emoción.
Julia le acarició la espalda para consolarla - Es normal, fue tu primer amor, pero tienes que pasar página para mejorar tu bienestar y el de tu hija.
Lo sé - dijo Alba mientras forzaba una sonrisa - Te veo mañana por la noche en la graduación.
Julia besó su mejilla y salió del aula.
Alba empezó a limpiar su escritorio cuando la alertó el ruido de unos pasos acercándose a su aula. Pensó que sería Julia otra vez, pero al girarse para mirar a la puerta, vio la silueta de una mujer más alta que le recordaba a alguien especial, pero que sabía a ciencia cierta que no podía ser posible que estuviese allí. Se puso muy nerviosa porque la escasa luz que había en el instituto a aquellas horas no le dejaban ver el rostro de aquella persona que cada vez se acercaba más y más. Su pulso se aceleró y el aire se atascó en sus pulmones al pensar que podía ser ella.
- ¿Nat? ¿Eres tú? - musitó mientras sentía como todo su cuerpo temblaba de anticipación.

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SOY YO - albalia
FanfictionNatalia está de servicio militar cuando queda atrapada en medio de un bombardeo. ¿Qué pasará cuando Natalia no recuerde a Alba y esta no reconozca a Natalia tras las secuelas producidas por el accidente?