𝗮𝗺𝗼𝘂𝗿 𝗱'𝗮𝘂𝘁𝗼𝗺𝗻𝗲 𓏲๋࣭࣪˖ hoonki

𝟎𝟔

Riki no termina durmiendo en absoluto.

Él mira la luna por la ventana toda la noche, jugando con el cabello de Sunghoon donde su cabeza descansa sobre el pecho de Riki.

Se siente mal del estómago, aterrorizado de que llegue la mañana. Esta podría ser la última vez que vea a Sunghoon, y no está seguro de estar listo para dejarlo ir.

El pequeño reloj en la mesilla de noche de Riki oscila inquietantemente a través de la noche, cada tic le acerca a Riki un segundo más cerca de perder al adorable hombre en sus brazos.

El cielo cambia de negro a gris a púrpura, naranja y rojo y finalmente  Sunghoon abre los ojos, parpadeando lentamente.

— Mm, —Sunghoon tararea, bostezando contra la clavícula de Riki. — ¿Qué hora es?

— Justo después de las seis —dice Riki suavemente, rascando el cuero cabelludo de Sunghoon. — ¿Cómo te sientes?

— Como la mierda —suspira Sunghoon, tirando de las mantas que se deslizaron de sus hombros y abrazándose más cerca de Riki. — Como si quisiera quedarme aquí contigo por el resto de mi vida en esta cama.

— Hazlo —Riki respira, presionando sus labios contra la frente de Sunghoon y dejándolos allí. — Sil vous trenza. Por favor.

Sunghoon pone su mano sobre el pecho desnudo de Riki, sintiendo los latidos de su corazón bajo su palma.

Desliza su mano por el estómago de Riki y la apoya justo sobre su entrepierna, mirándolo con una sonrisa triste.

— ¿Podemos? ¿Una última vez? —Respira, su meñique golpea la base de la polla de Riki.

Riki asiente, estirándose para cubrir la mano de Sunghoon con la suya. — Sí. Una última vez.

Sunghoon se da vuelta, coloca una pierna sobre Riki y se pone encima de él.

Riki extiende sus piernas, tratando de no hacer una mueca de dolor por lo dolorido que está cuando Sunghoon se inclina para acariciar su agujero.

— Todavía siento lo de anoche —Sunghoon frunce el ceño, inclinándose para besar los labios de Riki por un momento. — Estaba tan enojado y tan borracho. Soy tan estúpido —niega con la cabeza.

— Oye, no lo lamentes —dice Riki, ahuecando la mejilla de Sunghoon. — Podría haberte detenido si quisiera —se encoge de hombros.

— ¿Ah, sí? —Sunghoon sonríe, besando el cuello de Riki.

Riki tararea feliz y se derrite en la cama un poco, llegando a donde Sunghoon dejó el lubricante en la cabecera y se lo tendió a Sunghoon cuando este se alejó.

— Voy a ser amable esta vez —Sunghoon promete, tomando el lubricante. — Voy tomar mi tiempo. Que sea bueno para ti —dice, volviendo a bajar entre las piernas de Riki una vez que sus dedos están pegados y frotándose alrededor del agujero de Riki.

Riki se agacha, donde el edredón se les escapó, poniéndolo nuevamente alrededor de los hombros de Sunghoon.

Es más acogedor con este, más dulce, más íntimo con el resto del mundo bloqueado.

Sunghoon le sonríe y aprieta sus dedos.

Los ojos de Riki se cierran rápidamente, arqueándose un poco hacia atrás, su aliento lo deja en un solo zumbido.

Sunghoon realmente se toma su tiempo, acariciándolo con dos, y luego tres dedos.

Él se asegura de que Riki se abra bien, se asegura de que su polla esté dura y goteando, se asegura de que Riki ya esté listo cuando saque los dedos y deslice su polla.