𝗮𝗺𝗼𝘂𝗿 𝗱'𝗮𝘂𝘁𝗼𝗺𝗻𝗲 𓏲๋࣭࣪˖ hoonki

𝟎𝟓

Los estadounidenses se quedan durante todo el invierno.

Todavía no han sido llamados a la batalla, y no han tenido nada que hacer, así que Riki ha visto a muchos más en el pub de lo que nunca se había preocupado.

Sin embargo, tenerlos cerca durante el invierno significa que Riki tiene un chico en su cama casi todas las noches, uno que se queda hasta que se duerme y deja la cama fría y vacía por la mañana.

Él es bastante aficionado a Sunghoon en este momento, pero sabe que no puede permitirse acercarse demasiado.

El caso es que con cada día que pasa, Riki sabe que están un día más cerca
de separarse.

Nadie los ha descubierto aún, pero siempre existe la posibilidad de que sean descubiertos, y Riki no puede dejar de pensar en eso.

Peor aún, será cuando inevitablemente Sunghoon sea llamado a la batalla, y existe la posibilidad de que Riki nunca lo vuelva a ver.

Pero él no se deja pensar así, especialmente no así, presionado contra la pared de su propia ducha en medio de la noche, siendo golpeado tan fuerte que sus rodillas están a punto de ceder.

Sunghoon se extiende a su alrededor y le pellizca el pezón, haciendo temblar todo el cuerpo de Riki. El agua tibia que cae sobre su cabeza hace que sea un poco difícil respirar, y él está tan y jodidamente cerca, solo necesita que Sunghoon-

Sunghoon se inclina y agarra su polla, tirando de él con fuerza y rapidez. Riki grita y se viene, balbuceando bajo el agua, temblando en los brazos de Sunghoon.

Sunghoon llega un segundo más tarde, en el fondo de su culo, y luego salta de la ducha rápidamente para deshacerse del condón.

Riki se pone de rodillas y luego en su trasero, apoyándose contra la pared. De esta manera, el agua golpea su pecho, enjuagando los restos de semen que se han pegado a su estómago.

Sunghoon regresa un momento después y se ríe de él, se sienta frente a él y enreda sus piernas. Riki sonríe y echa la cabeza hacia atrás, aspirando el vapor de la ducha caliente.

— Te ves como un pequeño duendecillo del sexo —comenta Sunghoon, empujando su dedo del pie contra el interior del muslo de Riki. — Completamente jodido, pero todavía completamente follable.

— Si vuelves a tocar mi trasero, Park, te devolveré todo el camino de vuelta al sur de Carolina del Norte —Riki murmura, la cabeza baja para descansar sobre su propio hombro mientras mira juguetonamente a Sunghoon.

— Sabes que solo se llama Carolina del Norte —ríe Sunghoon, su pie se acerca la entrepierna de Riki.

— No me importa cómo se llame —Riki gruñe, alejando el pie de Sunghoon. — Quita tus dedos ásperos de mi polla.

— ¡No son ásperos! —Sunghoon argumenta, poniendo su pie sobre su cara para examinarlo. — Son lindos, creo.

— No me digas que tienes un fetiche de pies —Riki ríe, — tendremos que
cancelar todo esto.

— Cállate —Sunghoon sonríe, pateándolo suavemente. — No tengo un fetiche de pies.

— Bien —Riki tararea, moviendo la cabeza hacia el otro lado. — Me estoy convirtiendo en una pasa.

— Una linda pasa —comenta Sunghoon, pero se levanta y apaga el agua. — Arriba, entonces.

— ¿Tienes un fetiche de pasas? —Riki se pregunta, permitiendo que Sunghoon lo levante. — ¿Pueden las personas tener fetiches de pasas?

— Las personas pueden tener los fetiches que quieran —dice Sunghoon, ayudando a Riki a salir de la ducha y envolverlo con una toalla. — Creo que tengo un tú fetiche.