Capítulo 10: En camino hacia los conflictos

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Narra ___________

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Narra ___________

Era increíble la habilidad que tenía para atender mis correos electrónicos y las conversaciones que mantenía con Steven (que en ese momento estaba en el control del cuerpo), Layla y Santiago. Íbamos en mi auto, directo al aeropuerto para abordar el jet de Santi que nos llevaría esa mañana a Londres. Iba a ser un vuelo de siete horas y además, Londres llevaba cuatro horas delante de New York, esto iba a ser un atentado contra mi cuerpo y mis horas de sueño.

Durante el camino, iba contestando un correo a Oscar, explicándole los motivos por los cuales este pequeño viaje que haríamos podría ser beneficioso para el museo ya que si lográbamos encontrar las perlas (aunque no sabía si estaban cerca o en otro maldito lugar del mundo) iban a ser un atractivo irresistible y eso nos beneficiaría a largo plazo. Como siempre, logré convencerlo y luego de recibir su respuesta con un afectuoso "Qué tengan buen viaje y nos vemos pronto, no te preocupes, yo te cubro" fue que pude relajarme y al fin soltar el teléfono de las manos.

Solté un fuerte suspiro y me acerqué a Steven, quién hablaba animadamente con Layla y Santi desde el asiento trasero en donde iba sentado conmigo. Santiago manejaba y Layla iba de copiloto. Me había costado mucho aceptar que alguien más manejara mi auto pero, luego de que Layla me prometiera uno nuevo en dado caso de que su esposo lo mal tratara o le causara algún daño, acepté sin problema.

Poder femenino en acción.

Levanté el brazo de Steven, llamando su atención y al instante, se volvió de nuevo al asiento y me abrazó.

Me di cuenta que Layla nos miraba con una sonrisa desde el espejo retrovisor. Estaba segura que pronto iba a querer hablar conmigo sobre los chicos y su futuro conmigo. No sé si tenía energía para eso, pero ella estaba bastante segura que asistiría nuestra boda junto con Santiago, y me lo repetía cada vez que podía.

Bien, admitía que era un escenario que me gustaba imaginar la posibilidad de que se volviera realidad pero, es decir, solo llevábamos seis meses juntos, ya casi siete. ¿Qué tal que ellos no estaban listos para asumir otro compromiso de ese tipo? Ciertamente el que más me preocupaba era Marc, pero tenía que dejar que el tiempo fuera el que decidiera.

—Mmmm, eres muy cómodo. ¿lo sabías? —le pregunte a Steven riendo un poco, mientras lo abrazaba y él arropaba entre sus brazos.

—Me los has dicho muchas veces y en momentos más íntimos —se rio bajito, inclinándose suavemente para darme un beso en la frente, haciéndome reír.

—Cielo, no digas eso en voz alta, recuerda que no estamos solos —lo miré, dándole un suave golpecito en el pecho.

—Oh cierto, lo siento, chicos. Ustedes no escucharon eso —respondió él inmediatamente y con el color ya subiendo por sus mejillas, mirando hacia Lay y Santi que también compartieron risas con nosotros.

—No escuchamos nada —aseguró Santiago, guiñándonos un ojo por el retrovisor haciéndonos reír de nuevo.

Puede que el viaje era obligado a algo que tal vez no nos incumbía pero, la compañía era buena. Aunque, tal vez debería retractarme de eso de "no nos incumbe" porque, con un demonio, somos avatares de Dios egipcios, claro que ahora nos incumbía. Y era todo tan irónico que incluso Santiago siendo ladrón de arte, era el que tenía un trabajo y ocupación más normal de los cuatro y lo peor de todo, es que eso para él también parecía bastante común. Éramos un caos pero, uno que se podía mantener bajo control o por lo menos, eso era lo que creía.

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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El misterio de las perlas de los Dioses (Moon Knight y tú) [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora