CAPÍTULO 5

544 23 0
                                    

MARTIN:

Sabía perfectamente lo que me estaba haciendo sentir Juanjo, mariposas en el estómago. Era muy pronto para estar enamorado de Él, pero también sabía que si seguíamos con este tonteo lo iba a acabar estando.

Después de ese momento al salir del camerino Juanjo me dijo que se iba a ir de fiesta con sus amigos y son las 4:00am y todavía no había vuelto hasta que oí la puerta abrirse. Ya estaba aquí.

-Martín.- Me dijo alargando mi nombre y tirándose a mis brazos. Claro que oí cuando entonó mal mi nombre pero cuando vi que me había manchado la barriga de vómito eso se me olvidó por completo. Estaba claro que iba borrachísimo, lo intenté separar para limpiarme la mancha pero vi que se iba a caer así que lo cogí de la cintura y lo senté en su cama y yo me arrodillé en el suelo enfrente de Él mirándole a los ojos mientras Él tenía la vista fija en la pared de enfrente.
Puse mis manos en sus rodillas, lo que le hizo mirarme.

-¿Estás bien?- Le pregunté

-No puedo más Martin.

Le miré apenado, se que mañana no se acordaría de lo que estaba sufriendo, pero yo sí lo haría. Parecía que le estaban dando arcadas así que extendí mis manos para levantarle, Él las aceptó y le guié hacia el baño.

-Ven.-  Le dije.

Nos sentamos los dos 2 en el suelo y le quité la camiseta plateada de tirantes que llevaba cuidadosamente porque estaba repleta de vómito.

-¿Qué haces?- Preguntó tocándose la cabeza porque si no se le iba hacia atrás.

Juanjo se agarró a la taza del váter para vomitar y yo le acariciaba la espalda en señal de que estaba aquí para ayudarle.

Seguía apoyado en el váter, pero ya no vomitaba así que le giré su cara hacia mi. Estaba muy pálido y temblaba. Yo le seguía mirando y el me volvió a abrazar.

-Estoy aquí. Siempre voy a estar.- Le susurré.

-No puedo más Martin, toda esta situación me está pasando por encima.

-¿El qué?- Le pregunté sin separarme de Él. Ninguno de los dos llevaba camiseta por lo que cada vez le abrazaba más fuerte para que no pasase frío.

-Que me guste un chico joder, que me gustes tú.

Me separé un poco de Él para verle y tenía algunas lágrimas que le limpié antes de seguir abrazándole.

-Estás borracho Juanjo, no sabes ni lo que estás diciendo.

-Vale. Pero si mañana no recuerdo nada de esto acuérdate tú,  porque es algo que nunca va a cambiar aunque nos peleemos o pase lo que pase.

Me separé de Él otra vez para mirarle.

-¿Pinky promise?- Le pregunté riéndome.

Él colocó su dedo y yo el mío e hicimos una pinky promise que estoy seguro de que jamás se romperá.

Levanté a Juanjo del suelo y como vi que estaba un poco mejor simplemente entrelazamos nuestras manos. Abrí la sábana de su cama y le ayudé a acomodarse ahí dentro tapándole.

-Buenas noches.- Murmuré dándole un beso en la mejilla mientras me iba a mi cama.

-Pero no te vayas. Duerme aquí. Si me da algo quiero que haya alguien que me pueda ayudar.

Sonreí y me acerqué a su cama mientras Él daba dos golpes en su cama indicándome que entrase. Quedamos uno enfrente del otro mirándonos.

-¿Te puedo abrazar?- Me preguntó y yo asentí.

Él pasó un brazo por mi cuello y apoyó su cabeza en mi hombro y yo mi brazo por su cintura y poco a poco se le fue calmando la respiración hasta quedarse profundamente dormido en mi hombro.

☆☆☆

JUANJO:

No sé porqué pero al despertarme estaba Martin en mi cama y yo abrazado a Él y Él a mi.
Solo recordaba que anoche salí de fiesta con Bea, Naiara, Álvaro y Lucas y ya los demás recuerdos estaban todos borrosos.

Martin seguía durmiendo así que no pensaba cambiar mi posición ni moverme de allí hasta que Él se despertase. Me sentía completo, me sentía como en casa. Podrá sonar muy cursi pero Martin era mi hogar. Noté como de repente separó su brazo de mi cintura para frotarse los ojos. Era tan mono.

-Buenos días dormilón. - Le dije.

-Hola.- Me dijo muy bajito y adormilado, de repente su expresión cambió por completo y se sentó en la cama tocándome los brazos para asegurarse de que estaba aquí.- ¿Estás mejor? Ayer no pasaste una buena noche que digamos, ¿te acuerdas?

-La verdad que no, solo recuerdo haber salido de fiesta y no sé ni como ni cuando llegué aquí. - Él asintió como entristecido por mi respuesta.

-Nada, llegaste un poco descolocado y te intenté ayudar.

-¿Y tú que hacias despierto a esas horas?

-Esperarte para asegurarme de que estabas bien. Desde el primer día tuve un presentimiento de que eras de estos que si salían se tenían que emborrachar hasta olvidarse de su nombre. ¿Y no tienes resaca?

-Tú lo has dicho, me emborracho día si y día también, entonces estoy acostumbrado, ya casi ni lo noto. ¿Y tú?

-No bebo. Odio beber.- Este tío está loco. ¿A qué especie de persona humana no le gusta el alcohol? A Martin Urrutia por lo visto.

-¿Y entonces que haces cuando te pasa algo muy malo o te deja tu pareja? Lo mejor es emborracharse y pa alante.

-Comer helado de chocolate y ver una peli.

Me reí Martin era muy Martin, un chico simple pero a la vez especial, y eso era lo que más me gustaba de Él. Somos polos completamente opuestos, pero nos complementamos a la perfección.

☆☆☆

Holaa de nuevo
Hoy os dejo otro capítulo
porque hemos llegado a las 250 lecturas!!
Estoy muy feliz de verdad muchas gracias
a todos lo que leéis la historia y los que
votais por ella.
Mañana más🫶

ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora