CAPÍTULO 13

545 29 0
                                    

MARTIN

Estiro mi brazo de la cama dispuesto a dar con donde está mi móvil que llevaba sonando casi media hora para apagarlo, pero ya paró el solito. Vaya lata. Pasaron 5 minutos y decidí volver a dormirme. Últimamente no conciliaba muy bien el sueño, por lo que a todas las horas del día estaba cansado y no podía rendir bien por mucha rabia que me diese.

No sé cuanto tiempo llego a pasar, pero noté unas manos agitando mi cuerpo para intentar despertarme y yo abrí los ojos encontrándome con la mirada fija de Juanjo sobre mí.

-Por fin dormilón, despierta que llegamos tarde. - Me dijo Juanjo haciéndome recordar lo que me había dicho la noche anterior.

-Dime que es. - Le digo dándome otra vez la vuelta volviendo a la posición a la que estaba anteriormente dándole la espalda, pero no duró mucho porque el me giró entero quedando completamente enfrente suyo.

-No que si no la sorpresa se fastidia. – Me dice tocándome la nariz como si.

-Te odio Juanjo. -Le dije frotándome los ojos a ver si así me despertaba un poco más y sacaba fuerzas para salir de la cama.

-Mentiroso. -Me dijo y me cogió en brazos y me bajo Él solito. -O te vistes tú o te visto yo, tú eliges.

-Que cabrón eres. -Lo empujé con mis brazos echándole de mi habitación pero no dio resultado porque no quiso mover ni un pie así que me rendí. -Vale, tú ganas.

-Juanjo Bona siempre gana.- Dijo y yo solté un carcajada sarcástica.

Me cambié lo más rápido que pude, una sudadera blanca y unos tejanos anchos azules.

-Venga Martin, que llegamos tarde.

-Pero no hables muy fuerte que te conozco y Rus está durmiendo.

-¿Estás seguro de qué me conoces?- Preguntó con una sonrisa pícara y mientras andábamos por el pasillo esa pregunta seguía dando vueltas en mi cabeza.

La verdad es que Juanjo me confundía mucho. Un día decía que me amaba y Él otro me apartaba lo que más podía. Pero si estaba seguro de algo, es que con Él me sentía muchísimo más cómodo que con cualquier persona que había conocido jamás. No sabía que eramos ni en que situación estábamos, pero no me importaba. A veces solo tienes que dejar que las cosas fluyan y vayan a su ritmo. Las cosas siempre suceden por algo. Si el destino cree que debe de pasar algo entre nosotros, pasará y si no lo ve necesario, no ocurrirá. Era sencillo.

Metido en mis pensamientos no me había dado cuenta en que momento ya estábamos fuera y caminaba con mi mano entrelazada con la de Juanjo. Le miré de arriba abajo sin ningún tipo de discreción y Él solo se rió y se pusó sus características gafas de sol que tanto le gustaban pero a mi no. Tenía unos ojazos y no tenía porque esconderlos, así que se las quité y las guardé en mi bolsillo.

-¿Qué haces? Dámelas.- Me dijo, pero no así de borde como parece, si no con una sonrisa de las suyas.

-Si tú me dices a donde vamos yo te las doy.

-Pues me da a mi que ya tienes nuevas gafas.- Rió.

Unos minutos más tarde le cogí del brazo quedando delante suyo y dando unos saltitos como un crio pequeño.

-¿A dónde vamos Juanji?

-¿Juanji?

-Calla y dímelo.

Él paró en seco y por fin me dirigió la mirada y la sonrisa de antes que todavía seguía allí presente.

-La curiosidad mata Martin. Además ya queda poco ypodrás dormir todo lo que quieras.

-¿Dormir?- Pregunto volviendo a ponerme a su lado para seguir caminando.

-Ya no hablo más porque al final se me va a escapar.

Seguimos andando en un silencio cómodo hasta que me hizo una seña de que este era el lugar el cual sería mi "sorpresa".

"ESTACIÓN DE ATOCHA"

-¡Vamos a viajar!- Grité emocionado y dándole un abrazo.

-Me has pillado Martin.

-Voy pa detective, ¿no ves?

-Porque con barbie, tú puedes ser lo que quieras.- Dijo y los dos reímos al unísono.

-Porque con Martin, tú puedes ser lo que quieras. -Dije intentando poner la voz de barbie, intentando imitarla. Imitar y actuar era una cosa que he amado hacer desde pequeño, casi tanto como la música y agradezco que con el paso de los años todavía siga aquí, integrado en mí.

JUANJO

Le volví a coger de la mano llevándole al andén que indicaban nuestros pasajes. Amaba ver a Martin a si de feliz. Todavía recuerdo a la perfección los primeros días que lo conocí. Lo mal que estaba por todo lo de su ex, como su cuerpo estaba lleno de moratones que por suerte poco a poco van haciéndose más pequeños... Pero lo que más dolor me da es que yo haya podido provocar algo similar a eso en Él, me hace pedazos, me vuelve vulnerable...

También estaba muy ilusionado por otra parte. Hoy era mi ocasión perfecta para pasar tiempo con Él y ... pedirle que sea mi novio. Tenemos hasta mañana a la hora de comer. Ayer, que digamos que no lo planee con mucho tiempo avisé a su madre con la cual había estado viendo por videollamadas estos días que he pasado con Martin. Él siempre dice que me llevaría genial con ella, pero más con su hermana. Así que le pregunté que le parecía que alquilásemos un hotel por allí cerca, pero me dijo que podíamos quedarnos en su casa si no me importaba compartir habitación con Martin, por lo que acepté. Sabía que lo que mejor le vendría a Martin es pasar un rato de relax con su familia sin preocupaciones.

Le enseñamos nuestros billetes a la señora de seguridad y tomamos nuestros asientos, los dos juntitos y Martin en la ventana que se lo había dejado para que pudiese ver paisajes de los que tanto le gustan.

Hacía unos minutos que el viaje comenzó y yo decidí hundir mi cabeza en su hombro hasta que me quedé dormido notando sus caricias sobre mi pelo.

***

-Martin, ponte esto.

Le tapé los ojos a Martin con un pañuelo a lo que Él aceptó sin rechistar y lo guié con mi mano hasta llegar a la parte donde indicaba que ya estábamos en Bilbao para enseñárselo de la mejor forma. Le destapé los ojos y sus ojos se abrieron como platos con una expresión que reflejaba emoción y alegría al ver este cartel.

"¡BIENVENIDOS A BILBAO!"

El chico salto a mis brazos y nos hundimos en unfuerte abrazo


***

Aquí teneis, no so olvideis de votar!!!

Un abrazo

ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora