CAPÍTULO 8

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MARTIN:

Eran las dos de la mañana y ya hacía una hora que había salido del hotel y había acabado en una playa sentado en la arena, era el lugar al que siempre venía cuando necesitaba un poco de paz.

-¡Martin! ¿Qué haces aquí?- Me sobresalté al oír que alguien me había llamado, me giré para ver quien era y me encontré con la mirada de preocupación de mi amiga Ruslana.

-He discutido fuerte con Juanjo y me he ido, aunque tendré que volver hoy a recoger las maletas antes del tren.

-¿Y dónde te piensas quedar esta noche?

-No sé.

-Tú te vienes a casa. Kiki está ya durmiendo que iba bastante pasada, tú duermes en mi casa y yo en el sofá.

-Rus, eres la mejor. -Le dí un abrazo y ya nos dirigimos a su casa, que por suerte estaba bastante cerc?

-¡Kiki!- Gritó Ruslana cuando al entrar en la cocina la vió jugando con la batidora.

-Keeks...-Dije mientras me acercaba hacia ella con tranquilidad.

-Martin.- Dijo alargando demasiado las dos vocales. Cuando se había quedado embobada mirando como la tele cambiaba de color porque Rus estaba cambiando de canal aproveché para quitarle la batidora y dejarla en un armario en el cual sabía que con tanto alcohol en su cuerpo bno iba a intentar abrirlo.

-Ahora a la cama Kiki.- Dijo Rus mientras la llevaba del brazo y la arropaba en la cama hasta que enseguida se quedó dormida y volvió indicándome que me sentase en el sofá con ella.

-¿Qué ha pasado con Juanjo?

-Que es gilipollas. Nos liamos esta noche,- Ruslana me miró con una cara de que no se podía creer nada- y luego se estaba liando con otra en el mismo baño.

-Que putada Martin. Me tienes para todo eh, y a Kiki también, aunque hoy está un poco tururu.

Me reí y ella me dio un abrazo. En verdad no todo era malo. Hoy salía nuestro tren a las 15:00. Ruslana y yo tendríamos que buscar una nueva vida por así decirlo. Ya habíamos encontrado un piso perfecto para los dos y habíamos pactado dos cosas: 1-Llamar a Kiki TODOS los días 2-Hacer nuevos amigos.

-Venga, a dormir Martin que enseguida hay que despertase otra vez.

☆☆☆

JUANJO

Había pasado una noche de mierda, y lo que más me jodia es que Martin llevaba la razón, toda la razón. Ahora estaba en la habitación de Álvaro y Bea, los cuales ya me habían obligado a contárselo todo.

-Venga, alegra esa cara. El día que empiecen las clases puedes estar así si quieres, pero hoy no.- Me dice Álvaro a lo que yo rio.

-Ostia, me he dejado el móvil en la habitación. Ahora vuelvo.

Ya en mi pasillo vi la puerta de la habitación abierta y la luz encendida así que decidí un poco más de prisa para ver quien había allí.

Martin. Martin Urrutia. Estaba de espaldas intentando cerrar su maleta. Iba guapísimo, unos pantalones azules y una camiseta blanca de manga larga pegada al cuerpo.

-¿Te ayudo?- Le pregunto desde la puerta y el se gira con una expresión neutra.

-No.- Dijo seco y cortante. Estaba enfadado y se le notaba muchísimo.

-¿De verdad te vas a ir por lo de ayer?- Esa pregunta hizo que se girase completamente y me mirase completamente.

-Mi tren sale hoy. Me iba a ir si o si Juanjo.

La cagué ayer y lo sé, pero tampoco lo quería rallar antes de que se fuese. Era lo mejor, Él seguiría con su futuro de ser artista y yo, bueno, seguiría estudiando barcos. Aproveché que Él entró al baño después de conseguir cerrar su maleta y le guardé en un pequeño bolsillo de ella una carta que le escribí anoche.

-Adiós Juanjo.

-Adiós Martin.

Y pum. Cerró la puerta y aquí acababa de terminar lo nuestro. Martin tenía razón, lo he mandado todo a la mierda por una tontería y lo peor es que ya no podía hacer nada, se había ido.

☆☆☆

MARTIN:

Acababa de sonar el aviso de que en unos minutos iba a salir el tren y que debíamos de ir entrando, lo que significaba despedirnos de Kiki. Ella abrió los brazos llorando, igual que nosotros y Rus y yo fuimos hacia ella.

-Te voy a echar mucho de menos Kiki. Muchísimo. -Le dije en su oído.

-Yo también Keeks.

-Y yo a vosotros chicos. Sois los mejores. Id ahí y demostrarle todo lo que valeis. ¿Vale Martin?- asentí con la cabeza aún abrazado a las dos- y tú Rus eres una diva, te amo, dalo todo.

-Te amamos.

Y esta fue la despedida marruski. Ruslana y yo fuimos entrando dentro mientras seguíamos despidiéndose de ella.

JUANJO:

era mi última noche en ese hotel que tanto me había dado y yo mismo me lo había quitado.
Eran las 19:00 de la tarde y estábamos los 5 jugando al UNO esta vez en mi habitación aprovechando lo que nos quedaba de vacaciones.

-UNO- Gritamos Álvaro y Yo a la vez.

-Lo he dicho yo primero así que chupete las dos cartas cabrón.- Le dije

-Pero que mentiroso Juanjo. No esperaba esto de ti. Te veía un hombre civilizado y sincero Juan José Bona.

-No cuela Álvaro, no cuela.

-Venga que Roberto alguno ya que os voy a machacar. La tengo ganada chicos.- Dijo Lucas.

-Que fantasma Lucas.- Dijo Naiara burlándose de Él.

-STOP!- Gritó Bea y casi todos pegamos un brinco del susto.

-Me cago en tí Bea.

MARTIN:

Ya habíamos llegado y la estación estaba petadísima, no tenía nada que ver con Bilbao. Cogí a Rus del brazo para no perderla mientras buscábamos la salida que dejaba en la calle donde está el piso.

-Es esa Martin.

Seguí a Ruslana y una vez fuera vimos un edificio blanco con 5 plantas, ese era.

Entramos los dos al ascensor con las maletas y Rus pulsó el número 2, era el 2C.

-Por fin hemos llegado Martin.

-Esto va a ser brutal Rus.

Ruslana sacó la llave que le dio su madre de la casa días antes de llegar y abrió.

-¡QUÉ GUAY!- Gritamos los dos a la vez.

☆☆☆

Holaa os actualixo aquí el capítulo, este
un poco más largo.
No os olvidéis de comentar lo que os
está pareciendo y de votar.
Un abrazo

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