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Mi aportacion para no dejar mi cuenta muerta De lo que ya esta


Aquino sintió un pinchazo en el cuerpo. Tenía una bala en la pierna. Toda la sangre comenzó a escurrir por todo el suelo. Aquino, lleno de rabia, dirigió su mirada hacia la del príncipe Conter, apoderándose de su mente y trayéndolo hacia él.

Aquino comenzó a ahorcarlo y amenazó a todos los guardias que, si llegaban a atacarlo, él mataría al príncipe.

- "¡Bajen las armas, o lo mato enfrente de todos! No tengo miedo!" - Amenazó Aquino, comenzando a sofocar a Conter haciendo que este comenzara a llorar. Todos los demás guardias bajaron las armas por orden del líder Locochón.

- "Bien, suéltalo y te dejaremos en paz." - Dijo Locochón, intentando estar tranquilo. Un solo movimiento podría mandarlo a la muerte a él o al príncipe. Intentó hacer un trato con su hermano, pero ya conocía cómo era él.

- "Bien... Antes de irme, le dejaré un regalo al príncipe, ¿no?" - Miró de pies a cabeza a los ojos azulados. Aquino, con una gran sonrisa en su rostro, se inclinó hacia su oído, murmurándole en un idioma incomprensible. - "Buena suerte" - Empujó al peliblanco, siendo recibido por los guardias. Comenzó a abrir un portal, alejándose. Locochon Viendo como se alejaba Le alcanzo a dispararle en la pierna. Pero no era cualquier bala.

- "¡Oh, por la madre Santa! ¿¡Estás bien, Conter, hijo mío?!" - Preguntó una mujer de cabello blanco mientras le tocaba la frente para tomarle la temperatura. Conter no dijo ni una sola palabra; su mente quedó pensando en las últimas palabras de aquel castaño.

- "Busquenlo..." - Demandó seriamente Conter, levantándose del suelo frío. Su mirada se volvió tan fría como la noche; sus pupilas estaban demasiado dilatadas. Cuando escuchó a su padre preguntándole qué le ocurría, huyó a su habitación, encerrándose.

...

Aquino, al salir del portal, Enojado Lleno de odio. Cayó al suelo. Toda la sangre se iba secando en su pierna. Su factor regenerativo le había servido de algo, al menos. Pero dolía. No sabía si ese dolor era físico o emocional, pero aun así dolía. Su cuerpo estaba temblando. Aquino cerró los ojos, tratando de ahogar toda la rabia y el que llanto que brotaba de su interior, recordando la mirada de Duxo antes de que se les fuera de las manos.

De repente vio... vio a su mamá, estaba allí parada, no lo creía... ¿De verdad era ella o simplemente era una tonta ilusión de su mente?

Aquino parpadeó varias veces, intentando aclarar su mente llena de confusiones. La figura delante de él simplemente se designó a decir una sola palabra para luego desaparecer.

- "Merecen sufrir."

Aquino no sabía a qué se refería, pero de repente su cuello empezó a arder. Sus venas parecían que estaban a punto de explotar. Aquino se llevó las manos al cuello, sintiendo cómo la piel se calentaba y la presión aumentaba. Su corazón latía, y en su mente se derrumbaba a pedazos.

Cuando bajó la mirada hacia su herida, vio una sombra tapándolo del sol y se encontró con un castaño de ojos esmeralda y con una máscara. Este tenía una gran sonrisa en su rostro.

- "hola," - saludo el enmascarado con una sonrisa. Se agachó para ver de cerca a aquel ojiambar, que estaba demasiado nervioso para responder.

々   ɗᧉlꪱᥴɑᥴɥ   ࣪   🥃 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora