-—¡Tina, hay que apurarnos antes que nos ganen los asientos!— mi amiga, Lili, gritaba desesperada mientras me agarraba de la mano y comenzaba a correr en dirección a un gran bus color azul con ya algunas personas adentro.
—Ay, Lili, queda más de medio bus libre— hablé intentando calmarla haciendo mi paso un poco más lento para que ella también lo hiciera.
—Pero igual Tina, ¿A caso quieres estar sentada al lado de la tutora?
—¡Noooo!, obviamente no, ¡corramos!- ahora yo fui la que comenzó a correr para subir rápidamente al bus que nos llevaría a un campamento lejos de la ciudad que como ellos decían "Viaje de promoción".
—Me siento más tranquila ahora, dormiré un toque... si pasa algo interesante me despiertas eh— Lili me miró con una ceja alzada y apuntándome con su dedo a lo cual yo solo asentí y le di una sonrisa para luego sacar mi celular junto a mis audífonos que se encontraban en mi mochila la cual estaba encima de mis piernas y finalmente ponérmelos para comenzar a escuchar música.
El día estaba nublado y con brisas frías que me daban directamente a la cara al copas del aleteo de las hojas de los árboles acompañados de los sonidos de los pájaros que merodeaban encima nuestro, era un día hermoso para un viaje al que no quería ir.
Hace apenas una semana cumplí 18 años y hace 2 meses culmine la secundaria, pero no hubo promoción ni baile o algo por el estilo, ya que todos querían un viaje y se decidió que sería un campamento en un bosque lejano a la ciudad por 3 días y como dije anteriormente no quería ir, pero mi mamá me insistió junto a Lili mi amiga de toda la vida y al final tuve que acceder aunque no quisiera y bueno así es como estoy metida en este bus junto a 25 personada más.
A los minutos ya estando todos en el bus, este arrancó en su largo recorrido de 3 horas. El camino era callado todos dormían o descansaban, pues el viaje era temprano y obligatoriamente tuvieron que madrugar para llegar acá a las 5 am por eso había ese gran silencio tan placentero en el ambiente y yo solo me limitaba a ver la ventana y a sentir el aire en mi rostro mientras mis pelos volaban por doquier era una sensación tranquilizadora hasta que mis ojos no pudieron evitar cerrarse y así meterme en un profundo sueño, que sin pesar las 3 horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
—Tina, amiga, levántate— sentí como está me movía levemente el hombro haciendo que me despertara.
—¿Qué paso?— pregunte aún un poco dormida.
—Ya estamos cerca...es mejor que te vayas levantando.
—De acuerdo— dije para finalizar nuestra charla y acomodarme en mi asiento.
El bus seguía avanzando y ahora en vez de casas solo había árboles a nuestro alrededor ya casi todos estaban despiertos, pero no hacían bulla y solo hablaban entre sí, Lili hablaba con una chica que estaba a su costado y yo, por otro lado, solo veía el gran camino de árboles aun con los audífonos puestos.
Mi mirada era fija hasta que fue interferirá con una casa muy grande la cual llamo rápidamente mi atención, me sorprendía mucho que haya gente viviendo por este lugar tan aislado y solitario, por alguna razón esa casa me causaba una sensación extraña y me transmitía mucha curiosidad. Observe la casa por unos segundos hasta que la perdí de vista completamente y aun así no podía dejar de pensar en ella.
—¡Al fin llegamos gente!— un chico alto de cabello negro exclamó parándose de su asiento.
—¡Yee! Tina al fin estamos acá, ¡bajemos!— Ella alargó la última letra y me dirigió una sonrisa muy grande a lo cual yo se la devolví y asentir para agarrar mi mochila y comenzar a caminar junto a ella a la salida del bus.
A penas pise la tierra sentí un escalofrío por mi espalda el cual me causó cosquillas, pero solo lo ignore y seguí mi camino hacia donde todos ya hacían reunidos.
—De acuerdo alumnos o bueno mejor dicho exalumnos— la tutora al dar esas pequeñas palabras todos comenzaron a reír y a bromear entre ellos —bueno ya cálmense alumnos y escuchen que solo voy a hablar una vez así que estén muy atentos a las reglas... En primer lugar está prohibido salir solos sin avisar, en las noches no pueden estar merodeando ni nada del estilo, no quiero que se estén metiendo en cosas peligrosas así que no vayan a hacer algún tipo de tontería y bueno para finalizar... disfruten mucho este viaje, ahora sí pueden armar sus carpas.
Toda la mañana transcurrió con normalidad, aunque mantuve una sensación extraña en todo momento, pero no sabía a qué se debía este sentimiento, a lo cual solo lo ignore.
Con Lili me puse a armar mi carpa para luego ayudarle con la suya y finalmente cada una meterse a la suya a acomodar sus cosas. Luego de terminar de ordenar mis cosas me acosté y me puse a descansar un rato hasta que escuche mi nombre a lo cual salí y apenas abrí el cierre de mi carpa vi al mismo chico que había gritado en el bus cuando habíamos llegado.
—Simón, hola... ¿Qué pasó?— pregunte mientras cerraba mi carpa.
—Tina, hola, Lili me dijo que te llamara porque ya vamos a almorzar en la cabaña— él me señaló con la cabeza hacia una gran cabaña alumbrada de la cual podía escuchar risas y voces hablar.
—Oh, gracias Simón... ¿Vamos?— le di una sonrisa para luego comenzar a caminar con mis manos en los bolsillos de mi casaca por el frío que claramente hacia.
—¿Así que ya 18 años, no?... Ay nena sos toda una vieja dijo con una sonrisa burlona y en un tono juguetón.
—Ey niño respeta a tus mayores— le golpee levemente el hombro, el solo río para luego abrir la puerta de la cabaña.
—Como que mucho se tardaron estos dos— dijo Lili ocasionando que todos comenzaran a reír, yo solo voltee los ojos mientras me sentaba al lado de ella.
—Sos una tonta Lili— le bromeé mientras agarrar un pan con chorizo que había en una fuente posicionada en frente mío.
Toda la tarde transcurrió con normalidad al igual que la mañana hasta que algunas personas se les ocurrió jugar voley y así fue con todos salimos de esa cabaña y nos dirigimos a la parte de atrás de esta donde había una Ned para voley, todos se dividieron en equipos excepto algunas personas incluidas yo.
El partido estaba siento muy emocionante ahora andaban empates y este era el último set para dar un ganador. La pelota iba de un lado a otro hasta que en menos de un segundo un mate realizado por alguien de uno de los equipos salió de la cancha golpeándome directamente a mí haciendo que cayera por el impacto, apenas me levante vi a todos en un círculo mirándome preocupados
—¿Tina, estás bien?— Lili preguntó con un tono preocupado mientras me agarraba de la mano.
—Perdón Tina, no era mi intención que mi mate cayera en ti.
—No te preocupes...iré a mi carpa, sigan jugando—dije transmitiendo tranquilidad en todos para que volvieran al juego excepto Lili que seguía agarrándome de la mano.
—¿Quieres que te acompañé?
—No, quédate con Edwar que ya vi que se están haciendo ojitos— reí y me solté delicadamente de su agarre.
—bueno, cualquier cosa me avisas, ¿okay?— asentir y comencé a caminar en dirección a las carpas.
Apenas llegué a mi carpa me quedé un rato mirando mi alrededor hasta que una idea loca vino a mí.
¿Debería ir a caminar?
*+☆+**+☆+*
ESTÁS LEYENDO
Vampiros: A la luz de la Luna |Francisco Romero| (Nueva cuenta)
VampireEn un viaje a un campamento, Tina, con apenas 18 años se encuentra con un chico misterioso y extraño, el cual le revela un oscuro secreto dando una vuelta completa a la vida de Tina y que luego de ese encuentro varios secretos familiares comenzaran...