—¿Quién eres tú?— aquel extraño preguntó de una forma tan encantadora mientras seguía con su mirada fija en mis ojos y a la par con su pulgar acariciaba mi labio inferior, su toque hacía que mi piel se erice y me convirtiera en un manojo de nervios.
—¿Y-yo-yo?— no podía hablar bien así que mi intento de preguntar "¿yo?", había sido muy torpe.
—No hay nadie más— habló de manera obvia mientras comenzaba a masajear mi mandíbula con lentitud y suavidad.
—La pregunta acá es ¿Quién eres tú?— logre vocalizar de manera correcta con ahora un semblante firme y molesta, él solo río levemente mientras el pulgar que había estado acariciando mi labio se lo ponía en lo suyos.
—Me llamo Francisco, pero puedes decirme Fran, ahora dime tú...¿Cómo te llamas?— pregunto con una leve sonrisa y con un brillo especial en sus ojos.
—Ni pienses que te diré mi nombre- pude ver cómo su expresión cambio a una seria de nuevo.
—¿No vas a decirme, eh?- preguntó mientras se acercaba más a mi rostro, causándome más nerviosismo —... hueles tan delicioso, querida.
—¿¡Qué te pasa!?— lo empujé lo más fuerte que pude haciendo que este cayera —sos un enfermo y más le vale no volver a acercarse a mí si no quiere que llame a la policía— le apunté con un dedo mientras hablaba totalmente enojada.
—Tú y y-— él no pudo terminar lo que iba a decir, puesto que fue interrumpido por el sonido de su teléfono y apenas lo miro, su rostro cambio de una mirada sorprendida a una que mostraba enojo y fastidio para luego simplemente levantarse.
—Quisiera quedarme, pero tengo que irme... hasta pronto— agarro mi mano y le dio un pequeño beso para posteriormente soltarla delicadamente y caminar en dirección contraria a la mía.
¿Qué acaba de pasar?
Sentí mi celular vibrar y pude ver que era un mensaje de Lili.
Apague mi celular y comencé a correr alejándome de ahí olvidándome por completo lo acababa de pasar.En menos de 10 minutos llegué a las carpas y sin que nadie me vea logré llegar a la mía en la cual se encontraba Lili adentro.
—¿Vos si estás loca, no?— dijo mientras me tiraba una almohada.
—Solo salí a caminar— le tiré devuelta la almohada
—pues ese paseíto pudo meterte en un lío con la tutora e imagínate si te pasaba algo.
En ese instante recordé lo que había pasado con aquel extraño, por lo cual comencé a sentirme nerviosa y con cierto miedo.
—¿Qué pasó? ¿Por qué pones esa cara?— hablo preocupada con su mirada puesta en mi.
—No, nada... solo me dio sueño- hablé intentando disimular mi nerviosismo.
—ah bueno, entonces te dejo dormir amiga... nos vemos mañana, muak— me dio un beso en la mejilla y luego comenzó a gatear hacia la salida para irse.
Cerré rápidamente el cierre y comencé a pensar en lo que había pasado era extremadamente extraño no había posibilidad que él pudiera estar acá, ya que no vino en el bus y era imposible que viviera por acá porque no había visto ninguna casa, excepto la casa que vi cuando venía, tal vez él vivía ahí, pero igualmente era muy raro, su piel pálida, sus manos extremadamente heladas todo era raro en él.
Intente dejar de pensar en eso y apague mi pequeña lamparita que traje para alumbrar mi carpa y finalmente acostarme a dormir o al menos descansar.
Espero no volver a verlo jamás...
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Vampiros: A la luz de la Luna |Francisco Romero| (Nueva cuenta)
VampireEn un viaje a un campamento, Tina, con apenas 18 años se encuentra con un chico misterioso y extraño, el cual le revela un oscuro secreto dando una vuelta completa a la vida de Tina y que luego de ese encuentro varios secretos familiares comenzaran...