La bienvenida

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No debería estar comiendo esto, apenas pasa del medio día pero no la culpen. ¿Quién no disfruta unos takis fuego con más chile? Está recargada en una banca, el calor está empezando a aparecer aunque sean inicios de año así que su camisa se encuentra desabotonada hasta su pecho.

Se echa aire con las manos y se acomoda bajo la sombra que le da la sombrilla. Con una de sus manos acumula las frituras hasta arriba de la bolsa y con la punta de sus uñas saca un takis empapado de salsa valentina. Lo lleva a su boca y suspira feliz cuando el picor le invade sus papilas gustativas.

Mina la observa con gracia —Te va a doler el estómago, Sana.

—No me importa, podría comer esto incluso en mi lecho de muerte— dice mientras sigue comiendo. A su costado se encuentra también Jeongyeon, aún con cruda después de haber estrenado las botellas que le llevó Dahyun el día anterior.

—La cruda no debería existir —la rubia se queja con la cabeza recargada en la mesa. Están en uno de los grandes jardines del campus, disfrutando de su hora libre. Al parecer hubo un problema con el agua y están esperando a que se restablezca.

Mina se sienta a su lado y acaricia el cabello suave de Jeongyeon, ella siempre huele muy bien —Estarás bien Jeongie.

—¿Me vas a cuidar? —pregunta mientras se acurruca en la pelinegra, sin importar el calor que hace.

Mina sonríe y asiente, acaricia su cabello y los brazos ajenos. Están ahí, sin platicar de nada en particular y solo disfrutando de la compañía ajena hasta que Jihyo se acerca a ellas agitadamente.

—¡Hola Jiji! —saluda Sana y ofrece de los pocos takis que le quedan —¿Gustas?

—No, gracias. —Sonríe sin dientes, voltea a ambos lados para asegurarse de que nadie escuche: —Chicas necesito su ayuda. Tzuyu hizo algo.

—¿Está bien? —pregunta Mina mientras sigue pasando sus dedos por los antebrazos de Jeongyeon.

—Sí, solo que hizo una tontería y si la directora descubre que ella tapo las tuberías la van a expulsar.

—Espera ¿ella fue? —Sana pregunta y después come toda la salsa restante de la bolsa de papas.

—Sí, necesito que Jeongyeon vaya con Momo y trate de destapar las tuberías desde el edificio abandonado y que ustedes junto a Nayeon y Chaeyoung distraigan a los plomeros y a la directora.

Mina aprieta la mandíbula ante la mención de los últimos tres nombres —¿Y cómo vamos a hacer eso?

Jeongyeon se levanta de la mesa —Tengo una pregunta aún mejor: ¿por qué tengo que ir con la pendeja esa?

Jihyo suspira. —Escuchen, Tzuyu está muy asustada en su dormitorio. Dahyun está intentando tranquilizarla. Escuchamos que la Sra. Kim iba a expulsar al culpable y la bebé dijo que no quiere que sus padres la regañen. Ahora si me pueden hacer el favor de trabajar juntas por una vez en su vida se los voy a agradecer.

—¿Qué quieres que hagamos? —Sana pregunta y se limpia los dedos con una servilleta, arrojando la basura a un bote cercano.

—Nayeon y Chaeyoung ya están distrayendo a los trabajadores, Mina y tú pueden ir a hablar con la directora del evento deportivo que viene —Jihyo respira profundo y se dirige a Jeongyeon, sabiendo que ella será más difícil de convencer —. Jeongyeon, Momo ya está en el edificio. Hazme ese favor y me encargo de pagarte personalmente.

La mencionada rueda los ojos y mira directamente a la presidenta, entrecierra los ojos y después de un segundo se pone de pie. —Traeme un electrolit de kiwi fresa y quedamos a mano.

Tdoong School - TwiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora