07. TAEHYUNG

2.1K 209 21
                                    

       Terminé de revisar por segunda vez las planillas que tenía archivadas en la carpeta y definitivamente, me faltaba una. ¿Pero donde la había puesto? Pensé, escaneando mi escritorio. Ni siquiera recordaba haber llevado esos papeles a otra parte.

      Me aseguré de buscar minuciosamente entre otros documentos puestos a un lado, por si se me hubieran traspapelado, pero fue inútil.

      Levanté el tubo del teléfono fijo para marcarle a la secretaria Han, y al no tener respuesta supuse que estaba ocupada así que preferí esperar un momento antes de volver a marcar o ir para su oficina y terminé tumbado contra el respaldo de mi sillón.

      Me sentía tan agotado y necesitaba parar un poco o no resistiría al final del día, me recordé a mi mismo.

      Me quité los lentes de lectura para cerrar los ojos, queriendo calmar mi mente, pero apenas lo intenté, fui interrumpido por unas voces quejumbrosas provenientes desde afuera. Suspiré.

      Deslicé mi sillón hacia la ventana semiabierta e hice a un lado las cortinas para echar un vistazo. Desde el segundo piso pude ver que en la pista de atletismo un grupo de alumnos corría bajo las órdenes de Jang, por lo que las quejas cobraron sentido, y cuando presté mayor atención, descubrí que se trataba del grupo de compañeros de Yeonjun. No fue demasiado complicado saberlo porque la cabeza de mi hijo sobresalía de entre los demás como si fuera una fruta de arándano con ese tinte azul.

     Se me escapó una risa fácil por esa cómica comparación, pero se esfumó cuando noté que alguien estaba completamente alejada del resto. Era la señorita Seo, quién observaba a sus compañeros desde las gradas porque al parecer todavía no podía esforzarse físicamente.

     Me sentí responsable de vuelta por ello, pensando en la noche en que tuve que cargarla para llevarla con sus amigos, pero de pronto a esos se le sumaron otros específicos, demasiado específicos. La forma en la que su aliento tibio chocó contra mi piel justo en ese momento, por ejemplo y como hizo que todos mis músculos se tensaran después, o la manera en que sus mejillas se tiñeron de pena cuando le hablaba o esa forma encantadora y particular con la que miraba...

     —Ah. Que estoy haciendo —murmuré para mí mismo. No era la primera vez en la semana que me pasaba una cosa así, de repente solo llegaba, metiéndose como una intrusa en mi mente, pero se sentía incorrecto, era incorrecto, así que decidí comprimir esos recuerdos suyos en el sitio más recóndito de mi mente, que era justo en donde debían quedarse.

      Me aparté de la ventana para retomar mi trabajo e intenté llamar una vez más a mi secretaria, pero no hubo respuesta, así que me levanté y fui a su oficina por ese papel.

      Hurgaba entre los documentos del escritorio de la señorita Han con el cuidado necesario para no dejar las cosas fuera de su lugar cuando regresara, pero unos golpes contra la madera de la puerta me interrumpieron e inmediatamente giré para ver de quien se trataba. Era Jaeun, se recostaba contra el marco, mirándome fijamente, de esa forma que me ponía demasiado incómodo, pero no me detuve en ello, en su lugar solo le di la espalda para continuar con lo que hacía.

      —Profesora Lee, si busca a la secretaria Han le comento que ha llegado en el momento equivocado porque no está. Pero si gusta dejarle algún mensaje...

      —Ah. ¿Por qué me hablas así? —interrumpió.

      Se acercó hasta el escritorio e hizo a un lado un par de cosas para apoyarse contra el borde.

      —¿Así cómo? —pregunté sin dirigirle la mirada.

      —Como si no fuéramos lo suficientemente cercanos ya.

DADDY ISSUES » K. TAEHYUNG  [ +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora