Este sol podría cocinar a cualquiera, pensé cuando eché un vistazo rápido hacia arriba. El cielo se encontraba completamente despejado, el calor quemaba y mis pobres compañeros trotaban alrededor del campo de juego tomando grandes bocanadas de aire por el cansancio.
Si las clases de Educación Física se sentían una tortura cuando participaba en ellas, mirándolo desde afuera, se veía peor.
—¡Profesor Jang! ¿Cuánto más debemos seguir corriendo? ¡Me duele aquí, al costado! —gritó una compañera, señalando hacia sus propias costillas y agradecí internamente el estar sentada en la sombra de las gradas, reposando.
—¡Respire adecuadamente y deje de quejarse señorita Park, todavía falta! —le respondió el profesor y no tardé mucho en dejar de prestarles atención para sumirme en mis propios pensamientos.
Una semana había pasado desde aquella breve reunión en el despacho del director Kim. Como acordamos, ni una palabra salió de mi boca y para mi tranquilidad nadie hizo demasiadas preguntas sobre el accidente de mi tobillo tampoco.
Todo siguió su propio curso, pero con una ligera diferencia. Ahora, así me viera lejos o cerca, el director Kim me saludaba con una ligera reverencia, a veces me sonreía y aunque yo tratara de disimularlo, por dentro me derretía.
—¡Acabó, jóvenes! —, el grito del profesor Jang me trajo de vuelta a la realidad y vi a Jungkook acercándose a mí, completamente sudado. Así que agarré la botella de agua fresca ubicada a un lado para destaparlo y extendérselo cuando tuve a mi amigo en frente.
—Toma.
—Tengo la lengua tan seca que necesito como dos litros de agua —dijo, agitado y se llevó la botella de agua a la boca para bebérselo a tragos grandes de inmediato.
—Con cuidado —sugerí.
Jungkook se apartó la botella y dirigió la mirada hacia el profesor.
—Estúpido Jang, si no me mata de deshidratacion, acabara conmigo por un infarto. Ruego para que termine el año, así no tendré que verlo más —se quejó y luego volvió a lo suyo.
No lo culpaba por desear eso, Jang era intenso, demasiado, para que unos alumnos de último año pudiéramos soportarlo.
—Necesito aire fresco, qué tal si vamos al salón —dijo Jungkook, haciendo un ademán con la cabeza al empezar a caminar y aunque me levanté para seguirle el paso, antes necesitaba ir a otro lugar.
—Voy al baño primero, pero adelántate ¿Si? —le pedí y asintió.
Jungkook se me adelantó y yo avancé a mi propio ritmo. Todavía no podía mover bruscamente el tobillo, y además de eso, sentía que si daba un paso en falso, me mancharía atrás por culpa de la regla.
Miré la entrada principal, en donde se amontonaban mis compañeros, luego presté atención a la puerta que se encontraba apartada, quedaba mucho más cerca de donde me ubicaba y se dirigía a las escaleras que terminaban en los baños viejos de arriba. Así que no me lo tuve que pensar dos veces para ir por allá.
Sin embargo en mitad de camino, algo se ganó mi atención, fue como un imán que me atrajo hacia sí, entonces levanté la mirada en dirección a la ventana del despacho del director Kim y por un momento pude verlo parado allí, mi corazón se aceleró pero duró poco porque luego las cortinas se movieron, cubriéndolo por completo.
Me pregunté de repente si me estaba mirando o si había sido una coincidencia y solo vigilaba que las cosas estuvieran bien aquí afuera. No tenía idea, pero siendo sincera muy dentro de mí, quería creer que era por lo primero.
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DADDY ISSUES » K. TAEHYUNG [ +18 ]
FanfictionLos ojos de 𝗦𝗲𝗼 𝗡𝗶𝗻𝗮𝗵 siempre miran a donde sea que vaya uno de los chicos más guapos del colegio, 𝗞𝗶𝗺 𝗬𝗲𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻 o eso es lo que ha creído todo este tiempo su mejor amigo, 𝗝𝗲𝗼𝗻 𝗝𝘂𝗻𝗴𝗸𝗼𝗼𝗸. Porque para 𝗡𝗶𝗻𝗮𝗵, mirar haci...