Esa tarde Bill tenía ensayo con el coro aunque no le apetecía mucho la verdad. Hubiera preferido pasar esa hora que le quedaba antes de coger el autobús perdido con Tom en la biblioteca haciendo como si estudiaban mientras se cogían de las manos y se susurraban al oído lo mucho que se extrañaban.
Pero no podía faltar al ensayo, Müller estaba repartiendo las partituras entre los alumnos cuando entró en el aula de música y ocupó su sitio en el coro.
—Vamos a repasar las canciones clásicas de la noche de Walpurgis—explicó Müller.
La noche de Walpurgis era una fiesta que se celebraba en todo el Norte de Europa el 30 de Abril y que se extendía hasta la madrugada del 1 de mayo. También era conocida como la Noche de Brujas y era especial para Hillerska porque ese día los alumnos de tercero tenía una ceremonia previa a la graduación.
—Perdón señor Müller—intervino Stephan, compañero de coro de Bill— ¿Vamos a celebrar Walpurgis?
—Aún no lo sabemos—contestó Müller.
—Me parece absurdo ensayar si luego no vamos a poder actuar—comentó Stephan.
—Entiendo vuestra preocupación pero vamos a ensayar como si fuera a celebrarse—insistió Müller.
Dejó de hablar cuando llamaron a la puerta y esta se abrió al momento. Para sorpresa de Bill era Tom entrando en el aula de música con una amplia sonrisa.
—Vamos a tener un nuevo miembro en el coro—anunció Müller dejando a todos sin palabras.
Tom ocupó su sitio en el coro que resultó ser al lado de un sonriente Bill. Müller levantó su mano y se dispuso a dirigir al coro que rápidamente se repuso de la sorpresa y empezó a cantar una de las típicas canciones de la noche de Walpurgis.
Al lado de Bill, Tom se puso a cantar también con toda naturalidad demostrando que aunque su voz no era tan perfecta se podía defender. Necesitaba más práctica, y estaba seguro que con el tiempo lograría que el coro se sintiera orgulloso de él.
Terminado el ensayo todos regresaron a su habitaciones para estudiar. Menos una pareja que aprovechando que estaban a solas en el pasillo se despedían devorándose a besos contra las taquillas.
— ¿En serio has dejado el remo?—preguntó Bill entre los brazos de Tom mientras trataba de recuperar el aliento.
Tom asintió con la cabeza mientras le abrazaba con más fuerza y le hacía alzar la cara para empezar a besarle en el cuello una y otra vez.
—No sabía que te gustaba cantar—susurró Bill sintiendo que se estremecía de placer al sentir su lengua contra su piel—O que lo hicieras tan bien.
—No me gusta cantar—murmuró Tom contra su cuello—Me gusta oírte cantar a ti...y así puedo verte fuera de clase.
Bill sonrió al escucharle, solo de esa manera podrían pasar una hora más juntos antes de que él tuviera que coger el autobús y regresar a casa.
—Ven...vamos...—susurró Tom tirando de Bill.
Quería buscar un rincón solitario donde poder disfrutar más cómodamente de su compañía.
—No puedo, voy a perder el autobús—dijo Bill suspirando—Tengo que irme, si llego tarde mi padre me matará.
Tom resopló al escucharle pero le soltó dejando que recogiera su mochila y se marchara por el pasillo en dirección contraria.
_*_

ESTÁS LEYENDO
Jóvenes Rebeldes (capítulos alternativos)
RomanceNacido en el seno de una familia adinerada, Thomas ve como su vida da un giro al ser mandado a estudiar al estricto internado de Hillerska. A sus 16 años Thomas solo sueña con lo que cualquier joven de su edad. Encontrar el amor de su vida, y allí e...