Hoseok ha vivido fingiendo una vida que no tiene a todos los que lo rodean, metiéndole incluso a su propio hijo. Hasta que se ve acorralado por todos, Kim Taehyung llega cuando más lo necesita.
°Vhope.
°Omegaverse
°Soft.
°Intento de comedia.
°Menc...
"Incluso cien años en el futuro quiero que mi próximo paso sea estar a tu lado"
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¿Cómo explicar la situación para ser sumamente literales a todo esto? Todo iba, horrible, increíblemente horrible y Kim Taehyung se hundía en un sentimiento de miseria y arrepentimiento sentimental como ninguna otra en toda su vida, si es que le podría llamar vida a…
– ¡Ya! Basta… - Exclamó Taehyung enderezandose en el sillón para soltar un suspiro y levantarse hasta el minibar.
Tomó el trago de un solo sorbo, sintiendo el ardor en su garganta en un intento de quitar el malestar en ella, le dolía el pecho y su respiración era irregular. Se sentía enfermo con el solo hecho de alejar a Hoseok, cuestionado de nuevo la posibilidad de que Hoseok sea su alma gemela.
La puerta se abrió a sus espaldas y volteó enseguida, soltando un quejido de malestar sin querer que intentó disimular con tos falsa.
– Viví, mi vida. - Con felicidad, camino hacia Taehyung para estrecharlo en sus brazos.
– No los esperaba tan temprano.
– Cómo no venir con la noticia que me dió mamá. - Dijo tímido alejándose y mirando a su madre entrar a la habitación.
– Yo estoy emocionada todavía. - Decía su suegra mientras se acercaba y daba unos cuantos aplausos de emoción.
– Que bien guardadito te lo tenías he. - Jimin le dió una palmadita en el hombro y Taehyung se forso a sonrier también.
– Yo soy así, siempre engañando a la gente. - Sarcástico mientras evadía a Jimin y caminaba al sofá para ofrecerles que se sentaran. - Siéntense.
La puerta de la casa se abrió empujando al señor Han que casi termina tirando las nuevas macetas que pondría en las ventanas al suelo.
Jin entró con prisa sin siquiera importarle que el señor Han estuviera de rodillas en el suelo a causa suya. Tomando de la mano a una mujer que tenía un bebé en sus brazos, un niño, una niña y un policía detrás de ella para adentrarse a la casa.
– ¡Llegó tarde! Señor Han, ¿Ya son las cuatro? - Pregunto nervioso mirando al jardinero que dejaba las macetas para poder mirar su reloj.
– Falta un minuto.
– ¿Y Taehyung?
– En la biblioteca y con gente. - Decía calmado sentándose en el suelo de la entrada.
– ¡Llegó a tiempo! A ver vamos a ver, mujer, hijos, un policía y ochenta billones, vayan sacando las lágrimas. - Soltando la mano de la mujer y sacando la hojita donde había anotado todo para comprobar si tenía todo.
Por otro lado Taehyung caminaba de un lado a otro un tanto nervioso, mientras le sonreía a sus acompañantes e intentaba lucir tranquilo.
– Bueno, ¿creo que ya se acabaron las sospechas no?
