Hoseok ha vivido fingiendo una vida que no tiene a todos los que lo rodean, metiéndole incluso a su propio hijo. Hasta que se ve acorralado por todos, Kim Taehyung llega cuando más lo necesita.
°Vhope.
°Omegaverse
°Soft.
°Intento de comedia.
°Menc...
"En la eterna noche sin final a la vista, fuiste tu quien me regaló la mañana"
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Jin se había quedado dormido sobre el sofá después de almorzar, había estado ahí durante horas tal vez, ciertamente no le importaba después de haber tenido una mala noche.
Al despertar almorzó con Tae y este terminó saliendo apresurado a una junta con algunos inversionistas interesados en el sector agrícola, puesto que sus abuelos les habían dejado unas tierras en Gwangju. Tae y él jamás estuvieron interesados en la agricultura y mucho menos en la vida de campo, pero cuando Taehyung escuchó sobre eso corrió como si su vida dependiera de ello.
¿Desde cuándo le parecía tan interesante? Había estado ignorando aquello desde un inicio... Su hermano era raro.
La casa era enorme y ahora se daba cuenta, teniendo los ojos cerrados podía escuchar con claridad una melodía de jazz de algún disco de vinilo de la colección de Taehyung haciendo eco entre las paredes de los pasillos, no estaba seguro de dónde provenía pero se escuchaba tan vivido. También había estado escuchando a los empleados moverse de un lado a otro, hablando entre ellos y moviendo cosas.
Tal vez seguiría fingiendo dormir un rato más y después pensaría en que distraerse.
El timbre sonó y soltó un quejido de molestia de inmediato, abrió un ojo y alzó la cabeza hacia el teléfono, este permaneció en silencio.
Era la puerta.
Terminó enderezando un poco recargando su cuerpo sobre sus codos y miró a su alrededor, estaba en la sala principal a pocos pasos de la puerta pero esperaba que alguno de los empleados abriera. Pero nadie hizo acto de presencia.
- ¡Ya voy! - Gritó después de que el timbre volviera a sonar, con molestia se levantó y se puso sus pantuflas para comenzar a caminar hacia la puerta.
Una vez abrió la puerta un niño entró empujándolo y mirando a su alrededor de una forma exagerada, parecía aturdido y con los ojos rojos como si acabará de llorar, eso lo descolocó un poco.
- ¿Está papá? - Preguntó al fin volteando a ver a Jin, su voz tenía un tono de tristeza y de inmediato lo confirmó... había estado llorando.
- ¿Qué papá? - Pregunto Jin cruzándose de brazos, cerrando la puerta para acercarse al niño.
- El mío.
- Aquí no hay ningún papá. - ¿Se habrá equivocado de casa? Pensó, mirando bien al niño. No le parecía conocido por más que intentará hacer esfuerzo en recordar.
- Entonces háblale a mi padre.
- ¿Qué padre?
- El señor Jong Seok. - Jin recordaba haber oído ese nombre en algún lado pero no estaba seguro de dónde, así que intentaría aclarar tal malentendido.