Mical. Cap 14

3 2 0
                                        

Oh no!!Se me hace tarde. Ya había llegado el miércoles y luego de volver del trabajo me di una ducha y al mirar la hora eran las 3:30, ya eran casi las 4, no sé cómo llegaré a tiempo. Me apresuré lo más posible y me puse mis zapatos de pie mientras caminaba rápidamente y seguía mirando la hora en mi reloj, razón por la cual tropecé y caí al suelo, y al momento me levanté de nuevo. Salí corriendo y por el camino llamé a Adiel para decirle que llegaría un poco tarde.
Me dirigí a la estación de tren y cuando iba cruzando mientras pasaba por las líneas del tren para llegar a mi parada que quedaba enfrente el pie se me traba entre las líneas del tren y no podía sacarlo, al mirar hacia el otro lado veo como el tren se va a acercando, al verlo me asuste y comencé a pedir ayuda
!Por favor ayuda! Mi pie se quedó atascado. Pero nadie me ayudó todos se quedaban observando cómo el tren se acercaba y murmuraban sobre ello.

Pensé que era el final, agacho mi cabeza y comienzo a llorar en silencio....al levantar mi vista veo como se acerca un joven de unos 20 años, me toma de la mano y me ayuda a sacar mi pie de alli rápidamente
Era un chico de pelo rubio y un poco despeinado, de buena estatura, ojos azules, de labios gruesos, piel clara y con gafas. Se veía muy hermoso.
—Muchas gracias—fue lo que pude responder.
—Para la próxima ten más cuidado—dijo mientras caminaba y decía adiós con su mano izquierda
Oh rayos!!! Son las 4:20. Me subí al tren y unos minutos después llegaba al parque de atracciones, a la distancia pude notar a Adiel saludado. Y corrí hacia él, lo saludé y comenzamos a caminar. Habían tantos equipos para subirnos; sería un día increíble
—Adiel perdón el retraso. Me cogio un poco tarde cuando llegué del trabajo y luego por el camino tuve un pequeño accidente, menos mal que un hermoso chico me ayudó, sino no sabría si estaría aquí o no. Y que hermoso todo, no esperé que estuviera así, porque en el tiempo que llevo viendo esto jamás lo había visto tan bello. Qué raro verdad?
—Que fue lo que te sucedió? Me preguntó con cara de susto
—Tranquilo amigo, estoy bien.
—Ufff eso me tranquiliza. Si, todo está muy bonito....pero no creo que sea raro, dijo un poco nervioso
Mira, muero de ganas de montar allí....vamos!! Lo agarré por su muñeca y comenzamos a correr hacia la estrella

[.....]       [.....]       [.....]      [.....]      [.....]

—Mical?
—si? Dime
—Después de haber terminado de montar todos estos equipos ahora vamos al restaurante que queda aquí al doblar la esquina a cenar, ya reservé una mesa para dos
—Oh. Perfecto entonces

Mientras esperábamos sentados a que llegara nuestra orden Adiel rompió el silencio.

—Mical recuerdas que en una ocasión te había dicho que me gustabas pero no era la ocasión indicada. Hoy te invité aquí para cenar y hablar sobre ello. La verdad tengo que confesarte que me gustas desde que empezamos 7mo grado, siempre que veía que llegabas a la escuela, me saludabas con esa sonrisa que siempre tenías en ese bello rostro...y esos ojos que tan solo de verlos podía notar tu brillo, tu fuerza....siempre te admiré porque a pesar de todos los problemas que pasamos cuando éramos niños tu....tu...pudiste superarlos, te convertiste en una mujer fuerte y mírate aquí ahora. Siempre he sentido algo por ti pero también me recogí un poco cuando estuviste saliendo un tiempo con Marco, en la escuela.
—Bueno Adiel, tengo que confesar que también sentía algo por ti, tu me gustabas mucho antes, desde 5to grado, por eso siempre te traté diferente que a los demás chicos, no se si te diste cuenta. Pero nunca te dije nada por pena, sabes que era recogida y no era de expresarme. Pero muchas cosas han cambiado Adiel—dije un poco nerviosa
—Si, se que muchas cosas han cambiado pero.......me darías una oportunidad más?
—Adiel......no creo sentir lo mismo ahora. Lo siento mucho. Podemos seguir siendo amigos...seguro que para ti será dificl por el sentimiento pero espero que puedas controlarlo. A pesar de ello espero contar siempre con tu amistad

Pude notar como su rostro cambió de felicidad a uno de desilusión, siempre he querido lo mejor para él y siempre lo querré, pero han pasado muchas cosas y...no siento lo mismo, espero que alguien pueda quererlo de la misma manera que lo quise a él en aquellos días,

—Ah mira, ya vienen por ahí con nuestra orden— dije tratando de mejorar un poco el ambiente

Terminamos de comer y nos dirigimos a nuestra casa. Le indiqué por donde estaba viviendo y el me mostró su casa, era bastante grande y se veía bien recogida, en comparación con la mía

La Mansión MisteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora