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Chapitre seize

Capítulo 16: Un sonido dulce

Después del almuerzo, los estudiantes de Hogwarts se dispersaron para dirigirse a sus respectivas clases de la tarde. Harry, aún absorto en sus pensamientos y observando de reojo a la misteriosa chica de Ravenclaw, caminaba distraídamente hacia la salida del Gran Comedor.

Estaba tan absorto en sus pensamientos y en la imagen de la chica que casi choca con una de las columnas que adornaban el comedor. Una extraña incomodidad se apoderó de Draco al ver a Harry tan distraído por la chica de Ravenclaw.

Draco siempre tenía los ojos fijos en su amigo distraído, así que tuvo un reflejo rápido, tomó a Harry del cabello de su nuca. La acción fue un tanto brusca, pero definitivamente no esperaba escuchar un sonido tan dulce.

El azabache sintiendo el tirón en su cabello, soltó un leve gemido de dolor. El sonido escapó de sus labios antes de que pudiera controlarlo. Sus mejillas se tiñeron de un tono rojizo, y sus labios, ligeramente separados y húmedos, hicieron tragar duro al rubio.

"Lo siento, Harry", murmuró, su voz suavizándose. "No quería lastimarte."

"No, Draco, no lo hiciste. Yo... no lo sé, dolió un poco" Los dedos del rubio enredados fuertemente en su cabello le daban una sensación placentera. Aunque poco a poco se suavizó el agarre y finalmente bajó su mano.

Hermione y Ron caminaban unos pasos detrás de ellos, observando discretamente el intercambio de palabras entre los dos.

"Parece que Harry conseguirá novia este año", bromeó Ron con una sonrisa juguetona, intentando sacar una risa de su amigo. "¡Harry tiene novia! ¡Harry tiene novia!"

Pero la castaña notó la mueca fugaz que cruzó el rostro del Slytherin al escuchar el comentario de Ron.

"Ron, ni siquiera sabe su nombre, no seas tonto.", intercedió Hermione, lanzándole una mirada para que captara la señal y detuviera la broma.

Obviamente el pelirrojo no entendió.

Harry luego de escuchar las palabras de Mione, decidió dirigirse a ella con un mohín. "Es cierto, no sé su nombre", sus ojos verdes brillando. "Parecía linda y parecía estar interesada en mí. ¿Podrías averiguar su nombre por mí?"

Hermione lo miró como si tuviera tres cabezas. "Harry, ¿de verdad quieres que haga eso?", preguntó, aunque ya podía ver la esperanza brillando en los ojos de su amigo. "No puedo creer que estés pidiéndome que haga de casamentera", dijo, divertida. "Pero prometo considerarlo."

Ron intervino con un tono exageradamente dramático, "Ah, el amor está en el aire. Primero Harry y la misteriosa chica de Ravenclaw, ¿y quién sabe? Tal vez Draco y... una manzana", terminó la frase con una risa, mirando con diversión a Draco, quien rodó los ojos pero no pudo evitar sonreír.

Queriendo seguir la broma, respondió con sarcasmo, "Oh, sí, Ron. Definitivamente, las manzanas verdes son mi tipo ideal."

Hermione reprimió una risa y agregó, "Bueno, al menos sabemos que hay una fruta en la mesa de Slytherin que te tiene cautivado."

Los cuatro continuaron riendo mientras se dirigían a la clase de encantamientos.

[...]

Los estudiantes llenaron el aula, charlando animadamente mientras encontraban sus lugares. La habitación resonaba con el murmullo de voces emocionadas y el suave crujir de pergaminos siendo desenrollados y libros siendo abiertos.

El Profesor Flitwick, con su pequeña estatura, se puso de pie en frente del aula, sosteniendo su varita en alto. "Bien, estudiantes, hoy trabajaremos en parejas", anunció con entusiasmo. "Por favor, elijan a su compañero y siéntense juntos."