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Chapitre vingt-cinq

Capítulo 25: Nunca va a suceder

Ron quedó solo con Draco en la biblioteca, los dos en silencio por un momento. Ron podía tener la inteligencia emocional de una cuchara, como a menudo le decía Hermione, pero no era completamente ajeno a lo que ocurría a su alrededor.

"Así que, Draco, ¿estás listo para el próximo partido de Quidditch?" preguntó, rompiendo el silencio.

Draco levantó la vista de sus pergaminos, su expresión suavizándose un poco al escuchar la familiar voz de Ron. "Siempre estoy listo, Ronald. ¿Y tú? ¿Preparado para ser derrotado otra vez?" respondió con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Ron soltó una risa, agitando la cabeza. "Cállate. Esta vez estamos más preparados que nunca. Harry ha estado practicando como un loco. Creo que quiere asegurarse de que Gryffindor gane la copa este año".

"Harry siempre ha sido un rival digno. Es uno de los mejores buscadores que he visto. Aunque debo admitir que competir contra él es una de las cosas que más disfruto del Quidditch". Oh, claro que esperaba esa respuesta.

"Sabes, Draco. Harry piensa lo mismo de ti. Siempre dice que eres el único jugador que le da verdadera competencia".

Draco bajó la mirada, fingiendo concentrarse en sus pergaminos, pero Ron podía ver la ligera sonrisa en sus labios. "Sí, supongo", ¿Desde cuándo Malfoy daba respuestas ambiguas?

"Hablando de Harry", añadió Ron, "¿Qué fue eso en el comedor?"

Draco no levantó la vista de su pergamino, pero Ron pudo ver el músculo de su mandíbula tensarse. "¿Qué fue qué, Weasley?", respondió con un tono defensivo.

Ron arqueó una ceja. "¡Oh! ahora soy Weasley", llevó una mano a su pecho de forma dramática. "Muy bien, Malfoy. Has trazado la línea de enemistad, así que no hablaremos sobre cómo besaste a Harry en el comedor".

Draco cerró los ojos por un momento, apretando los labios. "No besé a Harry", murmuró.

Ron dejó escapar un suspiro pesado, cruzando los brazos sobre el pecho. "Deja de fingir conmigo, Draco. ¿Qué está pasando?"

Draco finalmente dejó la pluma y miró a Ron. "¿Qué esperas que confiese, Ron?".

Ron se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre la mesa. "Espero que confieses lo obvio. Todos lo vimos, Draco. No fue solo un gesto amistoso".

Draco volvió a apartar la mirada, concentrándose en un punto indefinido en la pared. "No entiendo lo que tratas de decir. Harry es mi amigo".

Ron soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza. "¿En serio? Besa mi mano entonces".

Draco rodó los ojos, aunque una pequeña sonrisa asomó en sus labios. "Eres imposible, Ron".

"Eso me han dicho," respondió Ron con una sonrisa socarrona. "Pero vamos, Draco, no soy el único que lo ha notado. Hermione también lo notó, estoy seguro".

Draco frunció el ceño, incómodo. "¿Hermione? ¿Qué dijo?"

Ron se encogió de hombros. "Solo que pareces diferente cuando estás cerca de Harry. Más... no sé, ella usó una palabra, tal vez. Pero me golpearás si la digo".

"Prometo no golpearte", una total mentira, Draco lo haría de cualquier forma.

"Dijo que eras más suave", Draco se puso rojo al instante, y Ron soltó una carcajada al ver la reacción de su amigo. "Tan suave como un osito de peluche", Por supuesto esas no eran palabras de Hermione.