𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐑𝐚𝐢𝐧 [𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲]

𝟗. 𝐋𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐞𝐥𝐨́𝐧

GABRIELA'S POV.

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Estuvimos muy poco tiempo en el camerino de Aliah, ya te tenían que viajar cuanto antes para el concierto del día de mañana. No queríamos quitarle más tiempo, así que solamente nos tomamos una foto con ella y salimos del camerino.

Aliah me había caído tan bien, era muy linda y muy amable, llevaba una hermosa vibra con ella y a pesar de estar cansada por el concierto concluido, atendía a todos con mucha educación y una sonrisa.

Y después comenzamos a salir del lugar, abanicándome con una mano. En cuanto estuvimos fuera, sentí satisfacción al sentir el aire fresco. Mi sistema nervioso lo necesitaba.

Para mi sorpresa, Alex pasó de largo al lado del auto y cruzamos la calle para ir al antro que estaba del otro lado. No me quejé en absoluto cuando con su mirada conecto con la mía, buscando algún rastro de incomodidad, al ver que era nula. Me guio hacia una de las mesas del rincón.

Bueno, ahora sí estaba nerviosa.

Me dejé caer en la silla que estaba al lado de él y el camarero nos trajo las bebidas que Alexis había pedido anteriormente en la barra. Fue triste, pero aun así me dio gracia cuando el mesero nos trajo dos simples vasos con agua.

Una noche loca, nombre que bárbaros. Quiero su adrenalina.

Estábamos hablando de temas banales, con él siempre había tema de conversación.

—¿Y por qué ahora vives aquí?

—Me gustó el lugar y además que ya tenía tiempo queriendo venir a estas tierras.

—¿Pero tú no eres de aquí? — pregunté.

—Sí, soy de aquí, pero soy de la Ciudad de México. ¿En esta ciudad nunca antes había estado?

—¿Entonces estás solo aquí porque te gustó la ciudad y la quieres conocer? — pregunté enarcando una ceja.

—Si y a demás que quería estar un tiempo con mis amigos de aquí. — Me contó.

—Ajá. — respondí.

—Lo digo en serio, me gustaría quedarme aquí un tiempo y después volver a Estados Unidos y estar viniendo eventualmente. — Le explicó.

—¿Y tú ahorita no estás estudiando?

—Por ahora tomó clases en línea, pero en el semestre siguiente tengo clases presenciales. — Me informo.

—O sea que te tienes que ir

—Si, en febrero, que inicie mi nuevo semestre, tengo que volver a mi casa, pero no me extrañes mucho, Gaby fea, vendré solamente por ti.

Dijo con su tono de insinuación.

—No te voy a extrañar. — negué riendo. — Al contrario, voy a poder respirar bien.

—Me vas a extrañar.

—Claro que no.

Si lo iba a extrañar cuando se fuera, lo bueno era que aún faltaba mucho para que se fuera.

Acababa de llegar y ya estaba pensando en cuando se iría.

—¿Y cómo conociste a mi hermana? — le pregunté.

—La verdad es que no recuerdo, pero creo que en persona fue hace unos tres años. — Trató de memorizar. — creo que fue en un evento en España.

La verdad era que mi hermana tenía muchos amigos y nunca antes había escuchado que me hablara de él, pero sí, al buscar contenido de él, vi varias fotos de hace años.