𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐑𝐚𝐢𝐧 [𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲]

𝟏𝟏. 𝐓𝐰𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐬𝐢𝐫𝐯𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐟𝐮𝐧𝐚𝐫

GABRIELA' S POV.

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No sabía cómo había terminado aquí, pero si de algo estaba segura era que ya quería que esto terminara.

No podía más ni con mi cuerpo, sentía como todo dentro de mi árida y en eso me refería a mis pulmones, me ardían, pero no quería parar. No sabía por qué había aceptado, era horriblemente imposible seguirle el paso a Roier.

Roier estaba muchísimo más en forma que yo, y tenía demasiado aguante y demasiado cardio. Era muy activo y experto en esto. Al contrario, yo en mi vida podría igualarme a él.

Todo me pasaba por caer en su truco y dejarme endulzar el odio.

Si Rebeca se llegaba enterar me daría la putiza de mi vida.

Trataba de limpiarme el sudor que me escurría de la frente, pero si lo hacía perdía el ritmo, así que mejor dejaría que me corriera el sudor.

—No aguantas nada. — Se burló, con la voz agitada.

—N- no por nada me dicen abuela. — Dije como pude, tratando de seguirle el ritmo.

—Y yo que pensé que tenías mejor condición.

—Nunca hago esto. — El aire me faltaba en los pulmones.

Sabía que esto era cansado, pero no tanto.

—Deja de hablar, por qué, sino te cansas más. — Se burló, aumentando aún más el paso, viéndome obligada a tratar de ir a su ritmo.

—S- solo porque tú eres un experto. — Dije como pude, mientras él no detenía su ritmo por nada.

—Entonces de mí depende que te hagas una experta. — Se burló para aumentar su velocidad.

Mientras yo no dejaba de pedirle a Diosito que esto se acabara ya.

Había aceptado la invitación de Roier, principalmente para no pensar en todo él enrollo de Quackity, al que por cierto, desde ayer no le contestaba los mensajes.

Sí, que la primera vez fuera con Roier no había sido una buena opción.

Al salir con Rosa, habíamos acordado que lo ideal sería verla al menos una vez a la semana, aunque me dejó en claro que podía llamarla en cualquier momento, día, hora, en caso de llegar a tener una emergencia

También decidió que lo mejor sería quedarme con ella y no pasar con el psiquiatra, estaba segura de que podría salir adelante sin medicación y en caso de empeorar, me mandaría con su socio psiquiatra. Ella aún no podía medicar, pero estaba a punto de terminar la carrera de medicina, para después especializarse en psiquiatría y poder medicar.

Además, tampoco había tenido ansiedad al estar ahora con Roier a solas. Rosa me recomendó hacer ejercicio para calmar mis nervios.

Así que ahora mismo me encontraba corriendo con Roier, mientras que me contaba algo que no le ponía atención, por tratar de seguirle el ritmo.

Roier hacía demasiado ejercicio y todas las mañanas salía a correr, por lo que tenía un cardio increíble y yo nunca me había puesto a correr, tenía un aguante nulo.

Estaba en casa de mi hermana, llegó a tocar la puerta, por algo que Samantha le iba a prestar, venía de casa de Annalise y dijo que antes de irse quería ir a correr un rato. Me invitó a ir con él y accedí salí a correr con él y servía que comenzaba hacer el ejercicio que Rosa me indicó y estaba más que arrepentida. Por suerte, traía unos shorts de licra con unos tenis y estaba lista