UNA NUEVA RELACIÓN

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una mañana tranquila en Konoha. Los primeros rayos del sol apenas comenzaban a filtrarse a través de las cortinas, prometiendo otro día pacífico en la aldea. Sin embargo, la calma de Ino se vio interrumpida abruptamente por el sonido insistente de alguien golpeando a su puerta.

"Increíble, ¿quién podría ser a estas horas?" murmuró Ino, su voz cargada de sueño y una leve irritación. Se levantó con renuencia, frotándose los ojos y bostezando mientras se dirigía hacia la puerta, preparada para enfrentar al inoportuno visitante.

Al abrir la puerta, Ino parpadeó un par de veces, todavía medio adormilada, intentando procesar la figura que se encontraba ante ella. Era Sasuke, parado con su característica compostura, aunque había una suavidad en sus ojos que no solía mostrar a menudo.

La sorpresa de ver a Sasuke tan temprano, después de su larga ausencia en una misión, se desvaneció rápidamente, siendo reemplazada por una ola de alivio y felicidad. Sin pensarlo dos veces, Ino se lanzó hacia él, envolviéndolo en un abrazo apretado, sus brazos rodeando su cuello en un gesto de afecto y bienvenida.

"Sasuke, has vuelto. ¿Cómo...? ¿Cuándo...?" balbuceó Ino, su voz amortiguada contra el pecho de Sasuke, las preguntas luchando por salir entre la mezcla de emociones que sentía.

Sasuke, tomado por sorpresa por la efusividad del saludo, dudó un momento antes de devolver el abrazo, sus brazos rodeando la cintura de Ino con cuidado. "Acabo de regresar," dijo simplemente.

En el calor del reencuentro y el abrazo espontáneo, Ino apenas había tenido tiempo de procesar su estado de recién despertada. Fue solo cuando se separó de Sasuke, sintiendo su propia apariencia despeinada y la tela suave de su pijama, que la realidad de la situación la golpeó. Con una repentina toma de conciencia sobre cómo debía verse, Ino se sonrojó, la sorpresa y el embarazo invadiendo su rostro.

"¡Oh, espera un momento! No puedo creer que me veas así," exclamó Ino, antes de girarse rápidamente y entrar a su casa, cerrando la puerta detrás de ella con un golpe, dejando a Sasuke de pie, ligeramente atónito.

Desde el interior, Ino se apresuró a peinar su cabello y cambiar su pijama por algo más presentable, su corazón aun latiendo con fuerza por la sorpresa de la visita de Sasuke y la intimidad inesperada de su saludo. Mientras tanto, Sasuke, aún fuera, permaneció inmóvil por un momento, procesando la secuencia rápida de eventos. Un atisbo de una sonrisa casi imperceptible cruzó sus labios ante la reacción de Ino.

Tras unos minutos que a Sasuke le parecieron más largos de lo esperado, la puerta se abrió nuevamente para revelar a una Ino más compuesta, aunque la calidez de su sonrisa no disminuyó en lo más mínimo. "Lo siento por eso," dijo, con una risa nerviosa. "No es exactamente cómo imaginé nuestro reencuentro."

Sasuke, con su acostumbrada economía de palabras, simplemente asintió, aunque la suavidad en su mirada hablaba más que cualquier discurso. "No importa. Está bien," respondió, su tono tranquilo.

Al invitar a Sasuke a pasar, Ino sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. La familiaridad de su presencia traía consigo un torrente de emociones. "¿Ya desayunaste?" preguntó Ino, intentando mantener la conversación ligera y acogedora.

Sasuke apenas estaba abriendo la boca para responder cuando Ino, llevada por un impulso de hospitalidad y tal vez por el deseo de cuidar de él después de tanto tiempo, lo interrumpió. "No te preocupes, te prepararé algo rápido," dijo, dirigiéndose a la cocina antes de que Sasuke pudiera protestar.

Ino se movió con eficiencia, preparando un desayuno sencillo pero nutritivo, consciente de la mirada tranquila de Sasuke siguiéndola desde la mesa. Una vez listo el desayuno, ambos se sentaron frente a frente.

UN NUEVO INICIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora