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YOONGI

El pelinegro miró el reloj rectificando la hora, Jimin y él habían quedado que para adelantar el proyecto irían a su casa y ensayarían la escena que interpretarían juntos.

No podía creer que interpretaría a la diosa del amor, tantos dioses mitológicos y justo le tocaba ella, para empeorarlo tendría que hacerlo en compañía de ese chico tonto.

¿Cómo podría querer a esa diosa?, ¿Acaso no ha leído su historial?

Aunque bueno, la mayoría de dioses tiene un historial cuestionable, pero no es el punto.

Yoongi se debatía mentalmente sobre ese chico y la escena a escoger cuando su teléfono vibró en el bolsillo de su sudadera, lo sacó y sus ojos gatunos se abrieron un poco al ver los mensajes del chico con el que se preguntaba porque seguía hablando con él, se supone que era un desconocido.

En algún momento tendría que socializar.

Chico maravilla:

Hola, ¿cómo estás?
Hoy ha sido un día bueno.
Omitiendo al chico molesto que tengo que ver todos los días.
Es muy amargado, no lo soportarías.

Soportaba la escuela que era lo peor, dudaba de no poder soportar a un chico.

Observó la hora y se apresuró a levantarse para irse cuando vió que faltaban quince minutos para la hora que habían acordado, iba a llegar tarde.

Le respondió al chico desconocido y le aseguró que le escribiría después, tomó su mochila con lo necesario, se dirigió a la sala y de un portazo salió de la casa.

Oh, aún no llegaba su padre, seguramente estaba ocupado en la escuela, o al menos eso se limitaba a pensar.

Se preguntaba si había sido buena idea hacerle saber que él ya sabía de las invitadas que entraban a su casa, no veía mucho a su padre después de eso, llegaba tarde de la escuela y solo se limitaba a ir a su cuarto, las cosas se habían puesto un poco más tensas de lo que ya estaban.

Pero por lo menos ya no veía mujeres entrando a su casa.

Sacudió sus pensamientos y camino en dirección a la parada de autobuses, ya le había avisado a su padre así que no tendría problemas en llegar un poco más tarde.

Veinte minutos después se encontraba parado frente a la puerta de una bonita casa, está era de dos pisos y se pintaba de blanco, tenía un pequeño jardín en dónde se podía ver el cesped en su máximo esplendor, verde y sano.

Escuchó los ladridos de un perro, provenían de arriba, al levantar la mirada vió como un perro se asomaba por una de las ventanas, quizá de una habitación, el perro le ladraba con mucho afán.

Al cabo de unos segundo el rostro sonriente de Jimin apareció al lado del perro, este recostó los codos sobre el marco de la ventana.

—Creí que te perderías — comentó el rubio con una leve sonrisa.

—Abreme Park, no tengo todo el día.

El rubio rodó los ojos con hastío para ingresar su cabeza dentro de la casa, se tardó unos minutos cuando finalmente la puerta se abrió.

Park vestía casual, un saco holgado de amarillo con rayas blancas, pantalones azules no tan ajustados, su cabello estaba ligeramente mojado y traía puestas unas pantuflas con forma de pollito.

A diferencia de Yoongi quien parecía sacado de una película de vampiros, él traía vestía una camisa gris, sobre eso una camisa de botones abierta de cuadros negros y grises, pantalones negros ajustados, tenia blancos y una gorra blanca.

Que diferencia.

—Pasa.

Jimin se hizo a un lado para dejarlo pasar y Yoongi asintió adentrándose a la casa.

—Bien, me puse a investigar un poco y...

Antes de que Jimin pudiera terminar, un ladrido hizo que sus plalabras quedarán en suspenso, se trataba del perro que le había ladrando a Yoongi unos minutos antes, en cuando vio al intruso rápidamente corrió hacia él, Yoongi abrió los ojos cuando se dió cuenta de las intenciones del canino.

—No, no, n—

Antes de que pudiera huir del animal, el perro se abalanzó sobre él e impulsado por la rapidez y el peso del canino, los dos cayeron al suelo.

—Ugh — se quejó con molestia cuando el perro empezó a lamerle la cara.

Jimin sonreía de boca cerrada tratando de que sus carcajadas no salieran, sin embargo, fue en vano pues al cabo de los segundos no pudo más y soltó varias carcajadas.

Yoongi solo podía maldecir su día mientras trataba de quitar al enorme perro encima de él.

Este día no podría estar peor.

Oh y si que podía estarlo.

𝗔nónimo ⬪ yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora