— Hermana... ¡Hermanita...! ¡Odette! — la menor se levantó de golpe, un poco asustada por el grito, pero tan pronto se levantó sintió un fuerte dolor en su frente que la hizo volver a recostarse, había chocado contra la frente de Tristan.— ¡Ayy! —se quejó la pelirroja, tocando su frente roja mientras que el de cabellos platinados se tiraba hacia atrás en la cama. — ¡Tristan, te van a regañar por venir sin preguntar! — le dijo en voz bajita en forma de regaño.
El niño frunció el ceño e hizo un pequeño puchero con sus labios, mirando a su hermana con algo de reproche. — ¡No importa! Andando, tenemos que desayunar.
— ¿Qué te ocurre hoy, Tris? — preguntó la muchacha, sentándose correctamente en su cama mientras su hermano miraba hacia sus manos. — ¿Otra vez tuviste ese sueño? — volvió a cuestionar, esta vez con una voz suave mientras lo miraba un poco apenada.
Tristan asintió. — Fue mi culpa, lo arruiné todo. Fue mi culpa...
— Tristan... — Odette suspiró silenciosamente. — Deja de culparte. — exigió suavemente, escuchando la culpa en su corazón. — Fue un accidente, no sabías que eso pasaría.
El chico levantó la cabeza para ver a su hermana cuando esta colocó sus manos sobre las de él como un gesto de consuelo.
— Pero, aun así, yo-...
— Pero nada, señorito. — Odette interrumpió a su contrario, frunciendo un poco el ceño. Entonces, suavizó su mirada y sonrió. — ¿Iremos a cabalgar con el maestro Gowther? — preguntó, leyendo su mente y descifrando el por qué la levantó él y no una de las jóvenes que servían en el palacio.
— Oye, no leas tanto mi mente. — se quejó el muchacho, cruzandose de brazos.
La de ojos turquesa rió suavemente y negó con la cabeza. — Vamos a desayunar. Pero primero dejame cambiarme, no iré a desayunar en pijama.
Su hermano salió de su habitación y Odette comenzó a arreglarse. Cepilló su cabello, dejándolo sin nudos y suave como de costumbre, después se puso una bonita camisa de botones color amarillo, un corset azul marino con unos cordones a cruz y short color caqui; en su calzado, se puso sus típicas botas cafés que le había regalado su tía Verónica en su cumpleaños número trece y después salió de su habitación al pasillo, donde se encontró a su hermano ya vestido con su ropa usual.
— ¿Vamos a desayunar? — preguntó la pelirroja mientras el de ojos de dos colores dudaba un poco.
— ¿Y si nos saltamos el desayuno? — Oddy lo miró con reproche. — ¡Por favor, solo será esta vez, lo prometo!
— ¡Por favor, por favor, por favor!
Odette suspiró y cerró sus ojos, buscando un poco de calma y después asintió. — Pero me debes tu postre de la cena. — advirtió y el contrario asintió repetidas veces.
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❝ 𝐌𝐎𝐎𝐍𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 ❞ | mokushiroku no yonkishi
Fanfiction𝐌 | 𝘓𝘢𝘯𝘤𝘦𝘭𝘰𝘵 » 𝖯𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝖼𝗈𝗇 𝖼𝖺𝖽𝖺 𝗌𝗎𝖺𝗏𝖾 𝗍𝗈𝗊𝗎𝖾, 𝖼𝗈𝗇 𝖼𝖺𝖽𝖺 𝖽𝗎𝗅𝖼𝖾 𝗆𝗂𝗋𝖺𝖽𝖺, 𝖾́𝗅 𝗌𝖺𝖻𝗂́𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖻𝖺 𝖼𝖺𝖽𝖺 𝗏𝖾𝗓 𝗆𝖺́𝗌 𝖾𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝖾𝗅𝗅𝖺. 𝟐𝟎𝟐𝟒©𝐫𝐞𝐝𝐦𝐨𝐨𝐜𝐡𝐢𝐢 𝐂...