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El pequeño porcino observó la pelea entre el caballero del caos y Percival, no debían intervenir, por lo que únicamente se dedicaba a apoyar silenciosamente al niño de la profecía, quien descubrió tenía 16 años.
Quizá por ello había estado tan callada últimamente.
Continuó el momento de tensión, el niño pequeño al que Percy había salvado junto a su abuelo salió para darle esperanzas a muchacho y de un momento a otro, el cerdito y el zorro observaron como el de cabellos verdes despertó su poder mágico, un poder que despertó con la esperanza que el niño de la aldea tenía en él.
Mel soltó un par de risas al ver al chico del casco entrando en pánico de una forma cómica al descubrir su poder, sin embargo lo usó como pudo para poder defenderse del caballero del caos. Percival se rehusaba a rendirse a pesar de que estuviera literalmente en llamas por una técnica de Pellegarde.
De un momento a otro, después de que la magia del chico de ojos morados tomará una forma muy parecida a él, el chico de cabello rojo vino de nombre Donny comenzó a intervenir en la pelea para ayudar a su pequeño amigo para que no fuera asesinado.
Mel admiraba la valentía del muchacho aunque este prácticamente quisiera salir corriendo.
Una explosión proveniente del caballero del caos provocó una fuerte corriente de aire caliente y demasiado fuego, los aldeanos corrían y se alejaba, temiendo por el destino de su pueblo.
Fue entonces cuando Mel y Sin decidieron intervenir. El caballero y ambos adolescentes observaron al zorro y al cerdito confundidos por su repentina aparición.
— ¿Qué... Qué es esto? — cuestionó el hombre, mirando a ambos animalitos. — ¿Un zorro y un chancho?
Percy ladeó la cabeza, mirando al par con curiosidad. — Los... He visto antes, al bajar de "God's Finger"... — recordó el menor. — Oye, ¿esas no son mis cosas? — cuestionó al observar sus pertenencias, las cuales las cargaba Sin.
— ¡No puedo creerlo! ¡Ahora dos animales nos interrumpen! ¡Shu, shu! — exclamó Pellegarde, haciendo señas para que ambos animalitos se marcharan.
Sin embargo no esperó que el zorro sostuviera una esfera qué los transportaría a otro lugar lejos de él.
— ¡¿Donde diablos estamos ahora?!
— Espera un segundo, esto parece la columna vertebral de un dragón... — mencionó el de cabellos color vino, mirando a su alrededor con más atención.
— ¿Cómo lo sabes? — preguntona Percival, asombrado.
— Solo lo he visto una vez desde un ángulo distinto, pero estoy seguro. — replicó el más alto. — Este lugar está a 30 millas de la aldea.
— ¡¿30 MILLAS?! — exclamó el de ojos violetas. — Me preocupan los demás... ¡¡Deberíamos regresar a la aldea inmediatamente!!
— ¡Idiota~! Después de todo lo que hicimos por ti... ¡No hagas que mis esfuerzos se vayan a la basura! — exclamó Sin, observando a ambos adolescentes. — El objetivo del caballero negro es el mocoso. Tu, el de cabello largo, solo interrumpiste su pelea.
