¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡¡Las montañas y la tierra han desaparecido por completo...!! — exclamó Percy con sorpresa, dirigiendo su mirada a Thetis, quien miraba el paisaje que comenzaba a verse vacío.
Literalmente.
— Había un mineral de alta calidad en esa montaña... — comentó la maga. — Estaba rodeada por frondosos bosques y lagos, también había pequeños pueblos ahí, como Igos, Cesbron y Ordan. — finalizó, mirando con nostalgia el lugar.
— Ordan era la ciudad natal de nuestro caballero sacro Pelliot. — mencionó Meliodas y después se sintió una fuerte ráfaga de viento fresco. — Parece que cada que Arturo crea algo en Camelot, algo en este mundo desaparece. — explico.
— ¿No lo has visto por ti mismo? — pregunto el de cabello verde con curiosidad.
— No, pero lo escuché de una fuente creíble, para que no haya dudas. — aclaró el rey.
Tristan miró a su hermana, quien se encogió de hombros y le asintió en dirección a su padre, para que le preguntara.
— Papit-- papá, yo también me he preguntado... ¿Quién es tu fuente ahí? — cuestionó el príncipe.
Meliodas lo miró por unos segundos antes de mirar al jinete de la muerte. — Percival. Era tu abuelo. — confesó. — Varguese, un caballero sacro que alguna vez sirvió lealmente a Arturo.
Todos se sorprendieron ante esta información, incluso Chion cuestionó si realmente había creído en la palabra de un caballero enemigo, a lo que Meliodas afirmó que le había creído totalmente.
El abuelo de Percival se había convertido en un traidor de Camelot y le pidió ayuda a Meliodas cuando era perseguido por sus antiguos compañeros y llevaba al pequeño con él.
Continuó diciendo que Varguese tenía la esperanza de cambiar al rey de Camelot y el hijo del rey Demonio le creyó. Le dió un medallón de uroboros como una muestra de amistad y talló dos estrellas en su casco como señal de confianza y cooperación.
— Él estaba solo y no tenía a donde ir, así que me ofrecí a cuidarte por el, pero Varguese negó con la cabeza y dijo claramente: Percival es mío y lo protegeré, aunque me cueste la vida. ¡¡Lo criaré para que sea un niño sano y de buen corazón!! — repitió Meliodas con claridad antes de ver nuevamente al niño de God's Finger. — Y definitivamente cumplió su promesa. Incluso desde que te vi... ¡¡Supe que lo hizo!!
Odette se quitó una pequeña lágrima que resbaló por su mejilla y sonrió a Percival, quien había comenzado a llorar pero después secó sus lágrimas con la manga de su pijama.
— ¿Primero un pariente de sangre de Arturo, y ahora un don nadie de Camelot? Eso no es alentador para la confianza. — renegó el hijo de la princesa Margaret, acariciando su nuca.
Nasiens lo miró mal mientras se acercaba a abrazar a Percival. — ¡No importa donde haya nacido, Percival es Percival!
