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La noche transcurrió tranquila, el matrimonio se acostó después de cenar a ver una película de suspenso, Hana se quedó dormida al poco tiempo, Jungkook veía la película con atención, abrazaba a su esposa y acariciaba su cabello con delicadeza, mientras pensaba, ¿Cómo serían sus fines de semana con Taehyung? ¿Harían eso o el chico prefería salir de fiesta? Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, se lo preguntaría cuando lo viera.

Sin darse cuenta se había quedado dormido, a la mañana siguiente los besos de Hana en su cuello lo despertaron, sin abrir los ojos comenzó a acariciar el cuerpo de la mujer, recorriendo lentamente, pero lleno de deseo todo lo que alcanzaban sus manos, apretando sus glúteos y delineando su figura desde la espalda, buscó desesperado sus labios para besarla, se movió para quedar encima de ella y al abrir los ojos se dio cuenta que no era Tae, si no Hana quien lo había despertado. La rubia acarició su cabello y le sonrió.

-Estos sí que son buenos días. -comentó con una risita.

-Buenos días, preciosa. - Saludó Jungkook escondiendo el rostro entre el hombro y el cuello de Hana, sintiéndose terrible por lo que había pensado.

Luego de pasar la mañana en la cama, hablando con Arrocito y entre besos y jugueteo, se arreglaron para salir al supermercado y comprar las cosas que el abuelo de Hana le había mandado para la comida del domingo. Jungkook estaba dispuesto a hacer un último intento con su cuñado y sugirió a Hana regalarle una consola de videojuegos.

Contrario a lo que muchos podrían creer Taehyung era bastante estricto consigo mismo, en muchos aspectos. Le gustaba la responsabilidad y el orden, aunque no lo pareciera, por eso siempre ponía sus deberes antes que cualquier otra cosa, incluso que la diversión y/o su descanso. Las últimas semanas fueron difíciles, por ende había descuidado esa parte, pero no pensaba dejar que siguiera de esa manera, no cuando su actividad favorita dependía de su rendimiento académico.

Tenía como hábito utilizar las tardes de los viernes para hacer todas las tareas que tuviese pendientes para las clases venideras y cuando algo interrumpía su rutina utilizaba las noches, tal como ese día. Había llegado más tarde de lo acostumbrado por pasar el rato con sus amigos así que únicamente cenó para acompañar a Hobi y luego se encerró en su habitación a tener su propia fiesta de estudio.

Terminó cuando iban a dar las seis de la mañana, recogió sus cosas y hasta entonces se dispuso a dormir. Despertó justo a medio día, era fin de semana así que nadie molestaba a nadie en su casa, en sí todos eran libres de hacer lo que les placiera en tanto no descuidaran sus tareas, aunque eso sólo parecía aplicar para él. Se levantó y se dió un baño rápido para poder bajar a almorzar algo, en la cocina se encontró a Hobi, como siempre era el único que no lo dejaba solo.

-¡Buenos días!- saludó el pelinegro con diversión viendo la hora.

-Buenos días.- contestó él con una risita, revisó la nevera para ver qué encontraba pues no quería molestar a los sirvientes. -¿No vas a ir a ensayar?- preguntó mientras sacaba una bandeja pequeña de cupcakes que estaba seguro habían preparado esa misma mañana.

-¿Lo olvidaste Taehyung?- preguntó alzando una ceja. -Ayer quedamos en ir al mall a buscar el regalo de In-Yeop.

El castaño alzó las cejas y parpadeó haciendo una "o" con los labios. -Cierto, ya decía yo que tenía algo importante que hacer.- comentó divertido mientras sacaba una botellita de leche de fresa de la nevera, la miró extrañado y luego se decidió por un café frío que claramente pertenecía a Hobi.

-Andas muy distraído, chico... y raro ¿Desde cuándo tomas café?

-Aún tengo sueño, esto puede ayudarme ¿O qué no puedo?- cuestionó y el chico únicamente alzó las manos como diciendo "Yo no sé".

Teacher's Pet [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora