05

60 7 9
                                    


Taeyong había vuelto a las calles, su pequeña investigación lo había hecho descubrir que estaba exactamente en Kennington, a unos cuántos kilómetros de Oxford.
Que ironía, el siempre había deseado ir a Oxford, pero a la universidad, no como un vagabundo, y mucho menos en los setentas.
Se tomó el tiempo por primera vez de ver la arquitectura a detalle, los vehículos, las personas.
Todo se veía tan, distante. Se sentía como lo que era, un completo extraño.
Era totalmente frustrante aceptar que todo esto no era un sueño, ni su imaginación, de verdad estaba pasando. No estaba seguro sobre casi nada pero si sobre qué necesitaba ayuda psicológica o algo, su percepción de la realidad estaba totalmente hecha mierda. Probablemente esto le había generado algún trauma que lo hacía sentirse como si él no fuera él.

Cruzó la calle y un pequeño escalofrío le recorrió la espalda, lo dejó pasar.
Otro.
Ahora un pequeño ruido en la cabeza no lo dejaba en paz.
Y otro, acompañado de un mareo.
¿Qué pasaba? Sus piernas flaquearon y no tuvo de otra más que sostenerse de la pared a lado suyo.
Sentía que iba a vomitar o a desmayarse, tal vez ambas.
Cerró los ojos y se deslizó hasta el suelo esperando que se le pasara pronto. Pero nada.

Y cuando menos lo esperaba una mano le sujetó el hombro.
— ¿Estás bien?

Taeyong no podía enfocar correctamente su vista.
— Si, si, yo... estoy bien, es solo un, un bajón de glucosa. Se pasará.

— Mmm, realmente no lo pareces, estás pálido ¿necesitas agua? Si claro que la necesitas.

Taeyong podría ser un genio pero ni siquiera había pensando en si mismo esos días, la mediocre hidratación que había tenido, acompañado de solamente comer duraznos de un árbol que había encontrado ya le estaban pasando factura. No respondió nada, pero el chico volvió a insistir.

— Tomaré tu silencio como un si, ven, acompáñame.

Con algo de trabajo el chico pudo levanta a Taeyong del suelo, y este no opuso mucha resistencia dejándose guiar, casi se sentía flotar.
En un momento el olor a petróleo, caucho y metales le inundó la nariz, trató de controlarse y no vomitar encima de la persona que prácticamente lo arrastraba.
— Bien, aquí vamos.
El chico avanzaba sin dejar de hablarle. — Esto es muy común últimamente, muy mal de tu parte, muy mal. El otro día mi jefe dijo que debía ir por unos tornillos a Blackpool, ¡es bellísimo! Pero hacía un calor infernal, te juro que sentí estaba por fallecer.

Su cuerpo fue depositado suavemente sobre lo que pudo reconocer al tacto como un pequeño sillón o algo por el estilo.
Sentía que la cabeza le iba a explotar.

— Toma.
El extraño le había extendido un vaso con agua, Taeyong lo tomó casi de una manera agresiva, pero simplemente era su desesperación.
Estaba de pie a lado de él y soltando un suspiro preocupado, se tomó la molestia de esperar a que Tae se lo terminara. — Oye, en serio deberías de tener más cuidado, estamos en pleno verano y aunque el calor no sea muy intenso, el sol puede hacerte cosas como estas y yo no voy a estar en todos lados, eh ¿y ahora, mejor? Te traeré algo de comer.

Taeyong estaba confundido por la tremenda amabilidad del chico, así que asintió al pequeño regaño elevando su mirada solamente para encontrarse con una gran sonrisa. — Yo... que vergüenza, pero de verdad muchas gracias.

— Oye, no busco meterme en lo que no me importa pero ¿de donde eres? Lo digo por tu acento tan marcado.

— Ouh, pues... Massachusetts, Estados Unidos.
Dijo eso último casi en forma de pregunta.

— ¡Ya decía yo! — Negó varias veces para después susurrar un "estos americanos".— Quran Kun. 

Tae tomó el la mano que estaba extendida en su dirección y le dio un pequeño apretón devolviéndole la sonrisa. — Lee Taeyong.

Tae desvío su mirada para ver a su al rededor, estaba en un taller mecánico. Aceite por el suelo, posters, herramientas, una vieja camioneta, una vespa color negro y... el deportivo de sus sueños.
— Dios... ese es un Porsche novecientos veintiocho.
Taeyong sonreía con la boca abierta como un tonto, y Kun solamente se limitaba a sonreír incómodamente al ver esa peculiar reacción. — Siempre quise ver uno en persona. Es igualito al de Tom Cruise en la película... no recuerdo su nombre, pff una lastima total que haya sido discontinuado.

Turn back time | JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora