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Habían pasado ya un par de días desde el encuentro de Yuta y Taeyong en el taller, pero esos días no habían sido desperdiciados en lo absoluto. Las cosas con la máquina habían avanzado considerablemente, estando a un paso de darlo por concluido.
Ambos pasaron largas horas, y noches de desvelo afinando los últimos detalles, y asegurándose de que cada pieza encajara perfectamente. Tae no podría estar más feliz, y Yuta se sentía como un "padre orgulloso" ( a palabras de él mismo) al ver lo que habían logrado juntos.

Mientras tanto, las cosas para Razor Riot estaban un poco... tensas. Estrés, peleas, discusiones tontas. Mucho más estrés.
La presión de los ensayos y las expectativas del próximo evento se acumulaban, haciendo que los ánimos estuvieran de arriba a abajo fácilmente. Las sesiones de práctica se extendían hasta altas horas de la noche, y el cansancio empezaba a hacerse notar en cada uno de los miembros.

Sin embargo, nada que pusiera en riesgo el grupo. Ya estaban a tan solo días de EuroVision, y deseaban que todo el esfuerzo y el tiempo invertido valiera la pena una vez que subieran al escenario.
Jaehyun por su parte había tratado de frecuentarse con Taeyong, indirectamente.
Yendo al taller sin motivo, visitando a Kun sin motivo también. Solo un tonto no se daría cuenta de que el rubio hacía lo posible para estar cerca suyo, pero Tae ni siquiera le había puesto atención.
Y ni hablar que todos los demás empezaban a levantar sospechas sobre algo extraño entre esos dos. Lo que había empezado como una broma entre John y Mark para molestar al rubio, se había vuelto algo un poco más... serio, al parecer.
Ya no parecía tanto una broma.

Las paredes están cubiertas de pósters de bandas icónicas y el suelo está lleno de cables, amplificadores y partituras.
John dejó la guitarra recargada en la pared antes de dejarse caer contra el suelo dando un pequeño grito. — ¡Renuncio! — lloriqueó falsamente— siento como si mis dedos estuviesen a punto de explotar, dejémoslo hasta aquí por hoy ¿si?

Mark y Jaehyun no dudaron en dejar también sus cosas. Ellos estaban igual, o peor.

— ¡Oh, vamos! solo una vez más.
Ten se cruza de brazos con una pequeña sonrisa, no hablaba en serio, el también estaba harto de haber estado todo el día ensayando en el garage de Ten . Pero era divertido molestar a sus amigos.
Los tres chicos en el suelo negaron. Mark se recostó dejando su cabeza sobre el regazo de John.

— Bueno, tal vez es suficiente por hoy.
Suspiró el chico de mullet. Les siguió y se sentó frente a ellos con una sonrisa. — Estuvimos excelentes, merecemos todo esto. ¡Oh! Y olvidaba decirles, tienen derecho a un boleto extra cada quien, para invitados.

Los tres chicos se miraron entre sí con una pequeña sonrisa mientras hacían chistes de invitar a personas como la ex de Mark, o el individuo que había sido el cuerno de Jaehyun. Ten aclaró su garganta — Yo invitaré a Yuta.

Los tres asintieron, eso no era ningún tipo de sorpresa, es más. Sería raro si Ten invitaba a alguien más.

— En ese caso, yo invitaré a Taeyong. Ambos son amigos.

John y Mark se miraron con complicidad. — Eso sería genial, ¿verdad? —. Preguntó Mark

— Oh, perfecto para mi —. Respondió Johnny con un tono totalmente fingido. Ten no entendía la escena, mientras que Jae parecía incómodo.

El rubio de levantó de golpe, limpiando sus ropas sonrío ladinamente dejando ver el pequeño hoyuelo en su mejilla. — Iré por cigarrillos. Ten ¿los dejaste por tu sala, cierto?

El chico asintió, y los tres miraron a Jae desaparecer por la puerta.
— ¿Qué fue todo eso?
Pregunto Ten con una pequeña risa, mientras jugueteaba con su cabello.

Turn back time | JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora