Capítulo 18

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Lo primero que percibí fueron voces distantes.

- ¿Cómo está?

-He logrado curarle la herida.

La cabeza me daba vueltas, así que esas voces pronto pasaron a ser rumores ininteligibles que vagamente llegaban a mis oídos. Bajo mi cuerpo sentía el tacto de algo mullido. El lugar donde me encontraba estaba impregnado con un extraño aroma.

- ¿A qué huele? - preguntó alguien. A juzgar por el sonido que se escuchó después, la persona que había hablado había hecho un mohín.

Se oyó un suspiro exasperado.

-Es perfume de Kylea, para aliviar las vías respiratorias - su interlocutor debía de haberle mirado extrañado -. Déjalo.

Entonces reconocí a los presentes, o más bien las presentes.

Antes de abrir los ojos y quedar cegado por la lámpara de araña, ya sabía que me encontraría con los rostros de Viktorya y Lhaura.

Las dos se giraron hacia mí al unísono.

- ¡Kinam! - exclamó Viktorya.

- ¡Estás vivo! - dedujo muy sabiamente Lhaura.

Viktorya le miró con antipatía, a lo que Lhaura se encogió de hombros.

Un recuerdo asaltó mi mente. Loic, Zenik y Golty arrinconándome contra una pared. Lo último que recordaba eran las zarpas del lobo obstaculizando a mis pulmones que clamaban por oxígeno. Me llevé una mano involuntariamente a la zona donde sus garras me habían aprisionado.

El dolor había desaparecido.

- ¿Te duele? - inquirió Viktorya preocupada.

-N-no. Estoy bien - me apresuré a aclarar.

Lhaura se acercó a mí.

-Pues tu cara dice lo contrario - declaró.

- ¡Lhaura! - le regañó Viktorya.

¿Qué le pasa a mi cara?

Usé uno de los grandes ventanales de la sala para observar mi reflejo. A pesar de la ausencia del dolor, mi faz estaba surcada por cuatro zarpazos que muy difícilmente podían pasar inadvertidos. Además, no parecía que aquello se fuera a desvanecer de la noche a la mañana.

Al ver que tenía pinta de acabar de ver un fantasma, Lhaura puso los brazos en jarras y dijo con despreocupación:

-Más mal parados han acabado los otros.

Tardé segundos en procesar sus palabras.

- ¿Cómo? ¿Ellos están heridos?

Lhaura iba a decir algo, pero Viktorya se le adelantó.

-Pues sí, y están en peor estado que tú - me explicó.

Pues a no ser que fuera sonámbulo (que lo dudo bastante) o tuviera el poder de luchar inconsciente, culpa mía no era. Sin embargo, no oí en ningún momento pasos o alguna señal de que alguien se acercara.

- ¿Qué les has hecho? - preguntó Lhaura ya incapaz de contenerse.

- ¡N-nada! - tartamudeé.

Se llevó una mano al mentón.

-Le tiembla la voz. Es culpable - concluyó.

- ¡Que no!

Con un gesto, Viktorya hizo callar a Lhaura, aunque seguía examinándome como una detective a punto de resolver un caso.

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⏰ Última actualización: Apr 02 ⏰

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