Capítulo 12 · Detalles.

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➤DASHA ·




Los días habían pasado con normalidad, Raúl me dejaba en Gallimbo a diario y pasaba a recogerme por las tardes —si es que podía hacerlo y si no, hacía lo posible—, estaba muy pendiente a mi, ya que desde hace un mes yo me sentía un poco diferente, mi cuerpo estaba cambiando y había ganado par de kilitos, eso a él lo tenía vuelto loco y feliz.

—¿Y crees que estés preña’ Dasha? —me preguntaba Chente junto a Scofield desde el escritorio, mientras yo estaba al lado de Carlitos.

—No sé... No creo, yo siento que es otra cosa...

—Pues si se la pasan chingando —soltó Chente a odo de burla, gritando a los cuatro vientos y entre risas, acompañado de los otros dos—. ¡Ejj’ más que obvio que tú estás preñaísima’ por Dios!

Me reí—. Es que ya me hice par de test y salen negativas, ¿acomodo la cámara tres? —pregunté a Carlitos y asintió, continué hablando—. No hay na’ sospechoso o como algún síntoma de embarazo, so... Estoy tranquila porque, siento que si me embarazo ahora, Raúl me va a meter en una burbuja pa’ que no me pase na’ malo.

Scofield volteó conmigo—. ¿Y tú quisieras tener un nene? ¿Cómo e’ que tú te sientes con esas sospechas?

Nerviosa, respondí tranquila y sonriendo.

—Pue’ como dice Chente... Si estuve chingando sin protección estos días, era de esperarse.

Moví la cámara, viendo a través de ella para enfocar a Chente y otra para Scofield, limpié el lente y después entró Jeremy, con un detalle hermoso que al parecer, eran flores y chocolates.

—Llegó esto pa’ la nena... Es de Luar —les anuncia a todos mientras me lo entrega sonriendo, súper amable y emocionado.

—Gracias —respondí al cogerlo y volteé con Chente, este tenía una sonrisa.

—¡Ayy, que lindo Luar! —dijo en ese modo sarcástico y asqueroso que tenía para burlarse—. Le mandó flores y chocolates, Scofield... ¿Tú crees que se merece a la nena? ¿Qué opinas?

Scofield se levantó de su lugar y vino conmigo, bastante serio, casi me intimidaba con esa actitud.

—Vamo’ a probar los chocolates... Después te digo si se merece a Dasha —se rió fuerte, siendo acompañado por Chente y Jeremy.

·

Se llegó mi hora de salir, en mis mensajes ya había uno de Raúl diciendo; pasé por una pizza y un agüita de frutas para los dos. Esos detalles suyos me hacían sentir bien, y ahora que estaba muy sensible, me daban ganas de llorar, por todo.

—Me voy, me voy... Ya me están esperando afuera, hasta mañana.

—Nos vemos mañana, cuídate —dijeron los señores, y salí.

Camino a la puerta, entró Jeremy.

—Exacto llega ese cabrón, ya está ahí afuera —dice apuntando detrás suyo—. ¿Será que está sobreprotegiéndote?

—Él es así, no quiere que nadie me haga daño.

—¿Quién te haría daño a ti? ¡Tú ere’ un cubito de azúcar! Dulce, dulce...

—Pues ya ves —me despedí chocando las manos con él, porque si Raúl me veía abrazándolo, se pone mal—. Nos vemos mañana.

—Hasta mañana... Eh, una cosita Dasha —sonrió achinando sus ojos, se acercó a mi—. Invítame al show de Luar, el de mañana en 787... ¿Se puede?

—Le diré...

—No, no...

—Jeremías, le caes bien y estoy segura que va a decirme que sí...

Este simplemente sonrió y ahora sí, me fui a la guagua donde Luar me esperaba. No se bajó a abrirme la puerta, algo que era raro porque siempre lo hacía pero, no le di mucha importancia a eso y subí, abriendo yo, llevándome una mala cara de parte de él que me dejó confundida.

—Te llamo más tarde que ya Dasha salió... Arreglamos en el estudio, brother —y enganchó mirándome con las cejas arqueadas, todo un villano.

—¿Qué pasa, baby? —me acomodé en el asiento sin dejar de mirarlo, él seguía en silencio—. Papi, ¿qué..?

—¿Y esas flores y chocolates que pusiste en ig? —soltó molesto, realmente estaba enojado—. ¿Quién carajo’ te las envió que fui yo, ah? Estuve ocupado to’ el día, y hace rato miré eso...

Bien cari’ pancake estaba ahora mismo, no sabía ni qué decirle.

—Baby, yo... Pensé que habías sido tú —le mostré la notita donde decía «te amo, mi amor».

Negó pasándose las manos por la cara, frotándose con fuerza los ojos y apretándose el tabique de la nariz.

—No me llamaste pa’ preguntar si había sido yo, ¿por qué tú no hiciste eso? Las posteaste y ya, sin saber quién carajo’ te envió eso... Puñeta, dizque fui yo —encendió la guagua sin verme, él en serio estaba ignorándome aquí.

—¿Y qué más iba a pensar yo, Raúl? Estoy ccomprometida contigo, pa’ mi fue obvio que esto me lo envíaste tú —expliqué rápidamente, no necesitábamos pelear por algo tan bobo—. Mírame por favor, que no quiero llegar así a la casa... Raúl, mírame.

Volteó aún yendo por la carretera a baja velocidad.

—Baja el cristal y tíralo —dijo mirándome mal.

Yo suspiré pesadamente y lo aventé sin decir nada, no quería pelear ni mucho menos discutir, hice lo que me pidió y después aceleró a fondo. Me quedé en silencio y él puso algo de música, a un volumen alto, no me quedó de otra más que esperar a que lleguemos a la casa.

Gracias a que estaba guiando como un loco, llegamos rápido. Y bueno, después que apagó la guagua y se quitara la música, con toda la tranquilidad, me quité el cinturón y al momento en que iba a abrir la puerta, él colocó el seguro.

Volteé con él, tenía una mano en su barbilla y veía al frente.

—Raúl, abre...

—Espera a que yo abra la puerta —decía tranquilo, después me miró y asentí—. Okay, espérate.

—Sí, está bien.

Se bajó rápido casi corriendo llegó a mi puerta, me extendió la mano y me dió la vuelta, caminamos juntos.

—En verdad, si fui yo...

Me detuve y giré sobre mis talones, lo miré boquiabierta mientras él sonreía con culpa.

—¿Como te atreviste a hacerme eso? ¡Lo tiré!

—Perdón, es que... No se veía como algo que yo regalara, ¿me entiendes? Vas a ser mi mujer ahora, tengo que darte otro tipo de detalles...

—Raúl, me hiciste pasar un mal rato —le reclamé, aunque no siendo grosera ni quejándome,  ahora me daba pena con él.

Negó dándome la vuelta y me tapó los ojos, empezó a guiarme así hasta que oí como se abría la puerta del garaje y ahí estaba, un porsche blanco precioso con un moño encima.

—Pa’ qué ahora que yo voy a estar de gira, tú andes por ahí paseando... ¿Te gusta?

FRIENDLY ‹ LUAR LA L ›.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora