3. La reina de la fiesta

451 36 9
                                    

V: Parece que nos hemos quedado solas.

C: Sí, bueno. Mis amigos son unos pícaros.

V: ¿Tú no lo eres? -le decía con voz seductora.

C: ¿Yo? Para nada.

V: Entonces lo de comerme con la mirada desde la playa era otra, ¿no?

C: ¿Qué yo qué? -preguntó indignada.

V: Pues eso. No te hagas la tonta. Si te he calado desde que te he visto.

C: ¿Tú como sabes que te miraba? Ah, sí: porque tú también mirabas.

Violeta hizo una mueca con la boca: Claro, porque no tengo nada mejor que hacer que mirarte a ti.

C: Pues parece que no, porque bien que lo has hecho.

V: Mira, para que yo me vaya con alguien como tú necesito un nivel de embriaguez que no conseguiría ni con todo el alcohol del recinto.

C: ¿Ese es tu rollo, no?

Violeta no contestó. Se limitó a elevar una ceja, lo que le dio vía libre a Chiara para continuar:

C: Creerte la reina de la fiesta. Pues déjame decirte que cualquier chica de aquí es mil veces más interesante que tú.

V: Cállate.

C: Cállate tú.

Antes de acalorarse la discusión intervinieron Alex y Lucas, que frenaron la situación rápidamente.

L: ¿Tienes algún problema?

C: Eso te pregunto yo a ti. ¿Tienes algún problema? -le echó cuerpo al chico alto sin miedo alguno.

V: Déjala, Lucas. No merece la pena rebajarse a su altura -decía agarrando el pecho del hombre, tratando de alejarlo.

Chiara agarró a Bea de la mano: Bea nos vamos.

B: ¡Bien! Aún es pronto y podemos ir a merendar.

C: ¡Rus! -gritaba fuerte. Tuvo que hacerlo varias veces hasta recibir la atención de la pelirroja, que se resistió a irse en un principio.

R: Kiki que es súper pronto aún.

C: Me da igual. Nos vamos.

R: Me la estaba trabajando súper bien, joder.

C: ¡Martin! -no necesitó esta vez la misma insistencia, ya que el amigo acudió deprisa a su llamada.

M: ¿Estás bien?

C: Sí, nos vamos ya.

M: ¿Ya? ¿Qué pronto, no?

R: ¿Verdad que sí? Me lo estaba empezando a pasar bien.

B: Chicos es que Chiara se ha peleado con la otra pelirroja. Se llama Violeta.

R: ¿Qué? ¿Le tengo que reventar o qué? ¿Dónde está el bate de béisbol cuando se le necesita? -Ruslana miró a su alrededor, aún con esperanzas de encontrar un bate de béisbol.

ÉXTASIS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora