Era un domingo muy soleado. Chiara aprovechó para ir a la playa a surfear. Lo hizo sola, ya que sabía que sus amigos estarían ocupados o durmiendo, pero esa soledad le venía de escándalo, ya que así podría tener uno de esos momentos a solas que todos necesitamos.
Pasado un buen rato apareció Ruslana, que se incorporó a su lado en las olas sin mediar palabras. Bastó una sonrisa, ambas lo entendían.
Con ambas fuera del agua y relajadas sentadas frente al sol, Ruslana se interesaba por el estado de ánimo de su amiga.
R: Ayer no estabas cuando nos fuimos todos. Me contó Violeta que te fuiste sola.
C: Sí. Me apetecía volverme, y estabais los dos muy ocupados.
R: Lo siento. ¿Pero estabas bien? No me perdonaría que estuvieras mal y yo haber desaparecido de tu lado.
C: Sí, sí. De hecho hablé con Violeta.
R: No me lo puedo creer -dijo sorprendida-. ¿Acercasteis posturas?
C: ¿No? -su expresión denotaba que esa era la respuesta a una pregunta obvia.
R: Jo, Kiki. Pues a mí me parece una chica súper guay. Ayer tuve la oportunidad de conocerla mejor y ha cambiado mucho mi visión sobre ella.
C: Pues me alegro muchísimo por ti.
R: ¿Vas a venir esta tarde al recital de poesía? Vienen los granadinos -Si bien Juanjo era de Zaragoza, no tardó mucho en mudarse a Granada, donde desarrolló gran parte de su adolescencia; así que "los granadinos" era una forma de resumir la presencia de los tres amigos. Poco sabían de Álex y Lucas.
C: Creo que no. Creo que me quedaré descansando.
R: Kiki si eres la dupla de Bea en la poesía.
C: Me espera una semana dura.
R: Chiara, si es por ellos... necesito saberlo. Si no te sientes cómoda con su presencia solo tienes que decirlo. Tanto Martin como yo haríamos lo que fuera por ti, hasta mandaríamos a tomar por culo a Juanjo y Denna. Lo que sea por no perderte.
Chiara le regaló una sonrisa tierna a su amiga: Gracias, Rusli. Te lo agradezco un montón. Pero tranquila, no es por ellos, es simplemente que hoy no me apetece.
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J: Le he dicho a Leonardo que nos prepare pollo de Cornualles asado.
D: Aún no me acostumbro a tener chef en casa.
J: Es la mejor de todas las inversiones que hemos podido hacer. Por cierto, no os olvidéis que por la tarde dijimos que íbamos a ir al recital de poesía.
V: Qué coñazo, de verdad. Encima tengo que volver a verle la cara a la insoportable de la otra. Pero todo sea por Bea.
D: Es que es un cielo de niña. Y Chiara también, pero tienes que molestarte a conocerla.
J: Bueno, no vamos a entrar en ese debate ahora -dijo tratando de evitar una potencial discusión- Pues vamos a demostrar que somos buenos amigos y vamos a llegar puntuales. ¿Me oís las dos, verdad? Que esto no es una reunión de trabajo. No tenemos que hacernos los interesantes.
V: Oído, chef.
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Los de Granada cumplieron su palabra y llegaron puntuales. Bea les dio a cada uno un folleto informativo acerca de los poemas y de los recitadores. El entusiasmo traspasaba sus ojos y lo canalizaba a través del nerviosismo corporal de la prisa al hablar o al gesticular.
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ÉXTASIS
RomanceVioleta vive una ostentosa vida fruto de un dinero de dudosa procedencia. Chiara está en la academia de policía, en busca de un caso que le permita dar el gran salto. Una historia enemies to lovers como las de siempre. O no.