Una historia fuera de lo común.

Capítulo 25

-Hey – dice con voz temblorosa, está tan conmocionada, y no por la reciente muerte de su madre, si no porque es la primera vez que habla con él después de treinta tres días.

-¿Sí? – dice él, obviamente sin reconocer a quien le habla ya que son las seis de la mañana y aun estaba durmiendo en ese entonces.

Alicia está respirando tan rápido que empieza a temblar.

-Puedo escuchar tu respiración, si esto es una broma...- Oliver deja sus palabras en un hilo. Abrió sus ojos y miró su móvil en medio de la frase dándose cuenta que era Alicia con quien estaba al teléfono.

Hubo una fracción de segundos en que los dos dejaron de respirar y sintieron esa conexión, lejana pero de igual manera era un momento íntimo.

Oliver sabía el motivo de la llamada, no tuvo que preguntar, solo la escuchó respirar.

Hacia dos horas y media su madre había dejado nuestro mundo para supuestamente para vivir en uno mejor, pero Alicia no cree en eso, ahora lo que pasaba por su cabeza era el comienzo de la descomposición del cuerpo de la mujer que le dio la vida, y el hecho de que aun no lo creía del todo, mientras Jenna lloriqueaba en la otra habitación ella trataba de contener su llanto y lo único que la consolaba era escuchar la respiración del chico que le había regresado su poco de humanidad que se le había perdido en los últimos años, y eso ella lo valoraría por siempre.

Por otro lado el muchacho con el corazón más bondadoso que podría existir se debatía entre decirle lo que ha querido decirle hace semanas o callárselo. Prefirió lo segundo.

Así pasaron los minutos hasta que Alicia se decidió a hablar.

Tomo todo el aire que perdió los últimos minutos inundando sus pulmones- También te amo.

Luego su coraje la abandonó por completo y colgó la llamada, sabiendo que después se arrepentiría de haber dicho esas palabas, porque siempre ha querido admitir que es igual de sensible que cualquier ser humano y se niega a sentir algo por Oliver, porque no quiere sentirse mal por hacer lo que le hará a Will

Oliver decidió no invadir su espacio, por el momento doloroso que está pasando y no le devolvió el llamado, arrepintiéndose de no repetirle lo cuanto que la ama y que ellos juntos serán invencibles.

Y así es como una historia de amor que podría ser perfecta comenzará a derrumbarse.

ALICIA

Estas últimas cuarenta y ocho horas han sido las peores de toda mi vida. Hacer el papeleo, comprar el ataúd, comprar flores, consolar a Jenna y a tía Clara.

Lo peor es recibir tanta atención, todos entregándome sus pésames y lo único que tiendo a hacer es agradecer y esos que me dicen "Lo siento" ¿Qué mierda sienten? ¿Que ayuda me dará su "lo siento"?, de todas maneras ellos no tienen la culpa, así que disculparse no sirve, ¡Solo denme dinero!

¡Solo quiero estar sola! Y llorar, porque diablos no he llorado, ¡Por la puta madre no he llorado! Y me da rabia, no le he llorado ni un poco a mi madre, tengo rabia conmigo misma, enojo por no sentir nada, por ser una maldita insensible.

Es jueves, y en una hora debo estar en el cementerio para enterrar a mi madre.

Es jueves y solo pienso en que he conocido a Oliver por tres meses y ¡Diablos lo amo! ¿Cómo puedo amar a alguien si solo lo he conocido por tres meses?

Es jueves y no dejo de pensar en cómo decirle a Will que no habrá nada entre nosotros.

Lo decidí la noche en que mamá murió, cuando los cuatros veíamos como nacían aquellos pequeños gatitos, la forma en que mis padres se miraban, como si nadie en el mundo los pudieran separar, y es absurdo, porque han pasado por altas y bajas, pero se siguen amando.