Accidente.

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En la corporación cápsula se encontraban tres jóvenes ayudando a su madre a terminar los últimos detalles del nuevo experimento

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En la corporación cápsula se encontraban tres jóvenes ayudando a su madre a terminar los últimos detalles del nuevo experimento.

—Hija, dame el plasma gris.— Pidió Bulma mientras desmontaba una pieza para meter el plasma solicitado.

Una chica con el cabello azul celeste corrió para entregar el plasma a su madre, después regresó con sus hermanos y los tres observaron a su madre trabajar mientras esperaban a sus abuelos para que pudieran comer.

—Shiori.— Llamó Bulma a su hija menor.

La joven de 18 años recién cumplidos se acercó a su madre con una dulce sonrisa. —Dime madre.—

Sonrío feliz a su hija. —Sube, sé que quieres ver el interior, tus hermanos mayores ya lo vieron, pero faltas tu, mi princesa.— Ofreció con una sonrisa al ver a su pequeña hija.

La menor subió feliz a la nave, observó muchas cosas y vio el monitor que aún estaba por ser terminado. —Madre, ¿qué tipo de controles usarás?—

Tocó su barbilla. —Usaré unos estándar, de esa forma no será difícil interactuar con la nave, pero como aún no está terminada ninguno de ustedes tiene autorización para acercarse.— Ordenó sabiendo lo curiosos que son sus amados hijos.

—Hai.—

Se escuchó de parte de los tres hijos de Bulma, sabía bien como los tres amaban jugar y estar en su laboratorio, sin embargo, jamás había frenado sus intereses, artes marciales, ciencias, viajes por el mundo, lo que quisieran siempre era bien recibido, siempre y cuando tuvieran responsabilidad frente a sus actos y también pidieran su ayuda o la de su padre, incluso sus amigos eran una opción para recibir ayuda.

—Trunks, ve a buscar a tu padre, dile que pronto será la hora de comer.— Bulma le ordenó a su segundo hijo ir en busca de su esposo para que todos pudieran estar en la mesa y comer en familia como siempre. —Shiori, te quiero en la mesa en unos 10 minutos, explora un poco más si así lo deseas.— Instruyó mientras vio que su hijo mayor guardaba los planos y notas generales. Su hija solo le dio una sonrisa y ella caminó hacia la salida del laboratorio.

El joven asintió mientras se levantaba para ir a llamar a su padre, el hijo mayor acompañó a su madre y ambos dejaron a la menor en el laboratorio, pues seguía explorando la nave. Cuando se iba a bajar, sintió que algo se atoraba con su gabardina, por lo que al tirar un poco vio que la nave se encendía.

Solo sintió como su cuerpo vibraba y antes de poder salir o gritar por ayuda sintió como era urgente sentarse.

—Supongo que poner el año de casa ayudará.— pensó preocupada. —778.—

La nave comenzó un viaje, mientras que la familia Son estaba reunida en la mesa, esperando únicamente a la más joven de la casa.

—Mamá, el Ki de mi hermana no está.— Exclamó Trunks a la par que su hermano mayor junto con su padre corrían hacia el laboratorio que se encuentra en la parte más apartada de la corporación Capsula.—

En la corporación cápsula se encontraba Vegeta entrenando a su hijo y a su sobrino, Goten el hijo menor de su amigo y rival, ese día se llevaría a cabo una recepción por algún gusto de su esposa, así que su tiempo de entrenamiento se vio reducido a la mitad.

Un fuerte golpe en la parte tracer detuvo el entrenamiento, Goten y Trunks corrieron para ver lo que pasaba mientras que Vegeta vio que su esposa también corría y por lo tanto fue para protegerla en caso de algún peligro.

Shiori comenzó a despertar poco a poco, se sentía aturdida, lo último que recuerda es que antes de caer usó el mismo escudo que Vegeta le había enseñado hace unos días, así que sabe que el golpe fue de un menor impacto. Sin embargo, aún se sentía aturdida, sintió dos Ki pequeños pero no por eso débiles, su padre le había dicho que a veces se sentían Ki pequeños por la edad del portador o incluso por la raza, más no por ser débiles o insignificantes.

—Qué bonita es.—

Escucho una voz infantil si se lo preguntaba alguien.

—Si, pero no la conozco.—

Escucho otra voz infantil, pero quizá un poco más grande, solo un poco.

—Ahí viene mi mamá y mi papá.—

Nuevamente escucho esa voz. Sobo un poco su cabeza y movió su cuello para evitar alguna lesión importante.

—Alejense, Trunks, Goten.—

Sintió algo extraño, esa voz si se le hacía sumamente familiar, pero quizá habia escuchado mal, aunque la voz era la misma, abrió los ojos aun aturdida y lo vio ahí, aunque no igual, pero se mareo y solo atino a sonreír para terminar viendo todo completamente negro.

Romance a prueba de Guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora