14

304 35 4
                                    

Pasó una semana desde mi encuentro con Seojun, y durante ese tiempo decidí tomarme un descanso de todo el drama que me rodeaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasó una semana desde mi encuentro con Seojun, y durante ese tiempo decidí tomarme un descanso de todo el drama que me rodeaba. Necesitaba tiempo para procesar lo que había sucedido y encontrar la fuerza para enfrentar lo que vendría a continuación.

Finalmente, llegó el día en que tuve que regresar a clases. Me sentía nerviosa por tener que enfrentarme a el y a toda la situación nuevamente, pero sabía que no podía evitarlo para siempre. Me armé de determinación y me dirigí a la escuela, decidida a dejar todo atrás y seguir adelante.

Sin embargo, enfrentarme a Seojun en la escuela resultó ser mucho más difícil de lo que esperaba. A pesar de mis esfuerzos por ignorarlo, no pude evitar sentir su mirada sobre mí en todo momento. Traté de concentrarme en mis clases por primera vez en mi vida, pero su presencia seguía pesando sobre mí como una sombra.

—Hye Min, ¿podemos hablar? —Preguntó Jukyung a mis espaldas.

—Claro.

—¿Estas bien?  Me enteré de lo del accidente, siento que haya sido muy tarde, pero me preocupé por ti.

—Ya me he recuperado bastante, no hay nada de lo que preocuparse, sin embargo, ¿tu no me preguntarás si fui yo la que reveló tu secreto?

—No dudaría de ti Min, sé que no serías capaz de hacer eso. Y ya encontraron a las culpables de eso así que todo esta bien. 

—Gracias por confiar en mi... ¿Que tal estas respecto a lo que pasó? Y me enteré de que sales con So Ho, ¿es eso cierto? —Le dije con un tono de picardía. 

—Estoy bastante bien, aún no lo olvido pero al menos, y sí, estoy saliendo con So Ho aun qué hasta hace poco se suponía que era secreto. —Dijo sonriendo.

Estuvimos hablando un rato más hasta que me tuve que ir, había sido reconfortante hablar con ella.

Jukyung se encontraba bien sin embargo, no pude evitar sentir una ira creciente hacia Park Sae-mi, quien había sido la causa de todo este desastre que por suerte fue resuelto. Después de clases, decidí buscarla para enfrentarla por sus acciones de esta no saldría ilesa, como yo misma le prometí.

La encontré sola en la plaza de la última vez, y sin dudarlo un segundo, me acerqué a ella con determinación en mis pasos. Cuando estuve lo suficientemente cerca, la agarré del brazo y la hice girar hacia mí, enfrentándola con una mirada llena de furia.

—Tú y yo necesitamos tener una charla seria —dije con voz firme, conteniendo apenas mi ira—. ¿Quién te crees que eres para meterte en la vida de los demás y causar tanto daño?

Sae-mi me miró con sorpresa y temor en sus ojos, pero no retrocedió.

—¿Ahora no hablas? ¿no están tus secuaces para defenderte aquí? 

—Callate, ¿que haces aquí? —Me contestó.

—¿No recuerdas mi promesa? Te dije que si le hacías algo a Jukyung no saldrías ilesa. 

—Estas loca. —Bramó ella para después pegarme un bofetón.

 —Estúpida.

Le dije para agarrarle del cuello de su camisa para tirarla al suelo, seguido de eso me senté encima ejerciendo presión para que no se pudiera mover.

—¿Quien coño te crees para hacer el daño que hiciste? —Pregunté para darle un puñetazo en la cara.

—¡¿Por que mierda mentiste diciendo que fui yo?!—Le grité atinandole otro golpe. Me estaba desquitando a lo loco. 

—¡Eres una puta loca! ¡Ni siquiera el atropello te sirvió de lección! —Me gritó Sae-Mi mientras hacia sonidos de dolor.

—Así que fuiste tu la que hizo que me atropellaran... Espero que lo de hoy te haya servido de lección.

Le dí el ultimo golpe para levantarme e irme, logré desquitarme por fin, tal vez me había pasado pero merecido lo tenía.

Tenía los nudillos llenos de sangre, para suerte de Sae-Mi era mi propia sangre, ya que golpeé varias veces el pavimento cerca de su cara a forma de amenaza. 

Hasta ahora me dí cuenta de que escocía, para evitar alguna infección decidí ir la farmacia mas cercana, al ingresar noté la presencia de cierto chico, iba a darme la vuelta pero antes de que pudiera hacer eso ya me había visto.

—¿Hye Min? ¿Que haces aquí? —Preguntó el chico Han.

—No te importa— Le contesté para pasar de largo a pedir lo que necesitaba.

—Claro que me importa, por algo pregunto.

—Pues que te siga importando. —Dije recogiendo los productos preparada para irme.

—Espera, ¿que te pasó en las manos? Están demasiado lastimadas—Cuestionó tomando una de estas examinándola, mierda, su tacto se sentía cálido.

—No es de tu incumbencia. —Le contesté soltándome de su agarre y marchándome.

Decidí sentarme en un banco para curar mis nudillos, me escocían a cada toque que daba, y me dolía el simple hecho de mover los dedos. Por lo que curarme yo sola era una batalla total.

—¿Que te pasó? ¿Necesitas ayuda? —Miré hacia donde provenía aquella voz y le sonreí.

—Oh, Ming Seo, nada especial, pero ayúdame por favor. —Supliqué haciéndole sitio en el banco en el que me encontraba.

Ya había curado mis heridas y ahora nos encontrábamos hablando sobre cosas sin sentido, sus ocurrencias eran graciosas, gracias a el pude olvidarme un poco de todo lo que me carcomía la cabeza.

—¿A el si e cuentas lo que pasó? —Era Seojun.

—No es algo que tendría que contarle a alguien que no me tiene confianza. 

Fue lo único que le dije para agarrar a Ming Seo de la mano para irnos a otro lugar dejando a Seojun ahí plantado.

WHY NOT ME | Han Seojun  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora