(déjà vu: sensación de ya haber vivido un suceso)
(Déjà vécu o ya vivido. Es el más común y el que se vincula a sentir que una experiencia o situación ya fue vivida en el pasado.)
Día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, Taehyung era el dueño de mis pensamientos, ¿Cómo paso todo? La forma en la que lo vi la primera vez fue tan extraña... ¿SERÁ QUE SIGO SOÑANDO? No, no es posible, aunque, a estas altura nada me parece inalcanzable.
Argh, debo concentrarme en el trabajo...
[...]
—Señorita—dijo el hombre— ¿Qué le parece? Es de muy buena calidad con un diseño sorprendente, sin embargo, con un precio más elevado por la fecha de su creación y es el único modelo.
Me encontraba viendo diversos vestidos, necesitaba uno urgentemente para lucir en el aniversario del grupo HPY (su abuelo fue el fundador de dicho grupo)
Ninguno me convencía hasta que al final, justo cuando me encontraba desesperada y casi había decidido usar traje, lo vi, algo sencillo, pero con clase.—Me llevo ese—le dije al empleado.
—De acuerdo—me respondió— Por favor acompáñeme.Acto seguido, pagué el precio correspondiente y emprendí el viaje de vuelta a mi hogar, decidida a darme una ducha fría y dormir, pues las arduas horas de trabajo cobraban factura.
[...]
Habían pasado 50 minutos desde que la ceremonia había dado inicio y comenzaba a fastidiarme, pensé en retirarme pero me retracté al ver que mi abuelo venía hacia mí, acompañado de una mujer rubia y muy hermosa a pesar de la edad que aparentaba.
—Mi-Young —mi abuelo habló—Te presento a Sophie Weber, nuestra nueva socia.Oh, lo recuerdo, en la reunión anterior habló sobre la muerte de un importante accionista y amigo suyo, al parecer la esposa heredaría todo... ¿Cuál era su nombre...?
—Mucho gusto, espero poder seguir aportando al grupo HPY.
¡Lo tengo! Era Fredic Weber, su esposo.
—Lo mismo digo, ansío trabajar con usted.
Ambos se retiraron dejándome sola. Aproveché la oportunidad para salir al jardín y ahí permanecí un rato, entre los rosales, por lo que, al intentar salir, una rama rasgó un poco mi vestido, la gente hablaría sobre eso si lo veía, necesitaba remendarlo. Al entrar de nuevo al salón me topé con un joven mesero a quien le pedí lo necesario, por desgracia no contaban con hilo del color de mi vestido, podría ponerme mi saco pero el clima no era muy fr-
—¿Necesitas ayuda Mi-Young? —frente a mi se plantó la señora Weber y de su bolso sacó hilo y aguja.
Sin esperar respuesta me condujo al baño y comenzó a zurcir mi vestido.
Mientras ella lo hacía unas leves punzadas invadieron mi cabeza, recuerdos borrosos llegaron a mi mente:
Una mujer dándome un vestido.
La misma acomodando un traje en un escaparate.
Ella y yo diseñando... un bolso.
Esa mujer se parecía a ¿la señora Weber?
—Siempre suelo llevar esto en mi bolso—murmuró rompiendo el silencio—Listo Mi Young.
—Gracias —respondí.
—¿Estás bien? Te ves algo cansada.
—Claro, estoy bien, solo creo que necesito descansar.
—Oh, te entiendo, supongo que ya nos podemos retirar, ¿necesitas que te acompañe a la salida? —me preguntó, vaya, era muy amable.
—No es necesario, muchas gracias por el vestido, espero nos veamos pronto.
—Lo mismo digo... Milla.
¿Ah? Acaso me dijo Milla, me habrá confundido, supongo.

ESTÁS LEYENDO
En tiempo
RomansaTiempo correcto, lugar correcto, persona correcta. Una mínima equivocación y cambio a: Tiempo equivocado, lugar equivocado, persona no encontrada. No debió salir mal. Pero ellos tomaron otros caminos, el Universo tuvo que recurrir a otra herramienta...