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Laena Velaryon conocía gracias a Laenor los lugares que el príncipe Daemon acostumbraba a visitar, aunque los burdeles tenía entendido que ya no eran un lugar que él soliera visitar.
Laena lo buscó en las cantinas que él solía frecuentar, ese día la princesa heredera y su flamante esposo estarían recorriendo la ciudad, por supuesto al príncipe no le agradaría ver a la mujer que amaba recorriendo la ciudad junto a otro hombre, era obvio que él tarde o temprano llegaría hacia esa cantina.
Cuando el príncipe apareció en el lugar, ella sonrió, y apenas él estuvo con una cerveza en la mesa, ella se sentó a su lado con una capucha cubriendo su rostro.
- No quiero compañía, sea quien seas, lárgate- dijo Daemon que no tenía ánimos de estar cerca de nadie ese día.
Rhaenyra estaba paseando por la ciudad con Harwin, tomada de su mano, fingiendo que eran un matrimonio amoroso.
Él sabía que ella debía hacerlo, solamente no soportaba verla al lado de otro hombre.
- Lo siento mi príncipe, pero he recorrido un largo camino para encontrarlo- dijo Laena retirándose levemente la capucha para que él pudiera verla, y él tardó un poco al reconocerla, hasta que finalmente la miró con sorpresa.
- Los Velaryon te están buscando, ya han llegado cartas al palacio incluso preguntando si alguien te ha visto- dijo Daemon y Laena volvió a cubrirse el rostro.
- Por favor mi príncipe, solo escuche lo que tengo que decirle- dijo ella y Daemon maldijo.
Tomándola del brazo la arrastró con él y le pagó al cantinero por una habitación.
Por supuesto, el cantinero creyó que el príncipe se cogería a alguien en esa habitación, ya fuera hombre o mujer el sujeto encapuchado. No sería la primera vez después de todo, aunque hace mucho no veía al príncipe en compañía de alguien.
Cuando estuvieron en la habitación, Laena se retiró la capucha y miró algo nerviosa al príncipe.
Claramente su oferta sonaba bien en su mente, pero hacerla era bastante complejo.
Sin embargo ella jamás se dejaba intimidar por nadie, ni siquiera por un príncipe que podría matarla con una sola mano si algo de lo que decía no le agradaba.
- Te escucho, habla- dijo Daemon sentándose en uno de los sillones, y sirviéndose una copa del vino que le habían dejado en la habitación- ¿Vino?- preguntó él ofreciéndole de su propia copa y ella aceptó tomando solo un sorbo, aunque eso solo la hizo estar un poco más nerviosa.
Finalmente Laena habló rápidamente y cuando terminó y vio el rostro serio de Daemon, no sabía qué pensaba él.
- Es una buena oferta mi príncipe, sé que su corazón pertenece a la princesa, pero yo ofrezco todo lo que tengo, incluso a mi, con tal de que me ayude a librarme de este matrimonio tan inconveniente- dijo Laena mirándolo a la cara fingiendo no estar intimidada.
Daemon sonrió, la chica era valiente, bastante valiente.
Él se puso de pie intentando intimidarla, pero ella no se movió ni siquiera un centímetro, aunque él sabía que ella estaba algo nerviosa.
- Me habían hablado de tú belleza- dijo Daemon admitiendo que ella era una belleza valyria en todo su esplendor. Pero lo que más le llamaba la atención de ella era su carácter indómito.
¿Huir de su casa para pedirle matrimonio a él? ¿Básicamente ofrecerse ella misma a cambio de que él la salvara de ese matrimonio?
Sin duda era valiente.
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Te buscaré a través de mil mundos
RomanceLa historia sigue a Daemon y Rhaenyra, dos miembros de la poderosa familia Targaryen, cuyo amor prohibido florece en medio de un mundo de intrigas y deberes. Aunque separados por circunstancias políticas y familiares, su conexión es innegable, y dec...