Capítulo V; Solsticio de Verano

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Sasuke

Como un día normal de verano el sol se alzaba sin nubes que le impidieran bañarnos con su luz, a pesar de ser aún temprano podía sentirse la calidez del día y que prometía tostarte la piel si no la cubrias con cuidado.

Cuando desperté esa mañana Sakura aún seguía dormida, aún me mantenía aferrado a ella pero a diferencia de la noche, esta vez Sakura estaba frente a mi bien hundida en mi pecho, no me moví y apenas y me atrevia a respirar para evitar que se apartara o despertara, cuando finalmente abrió los ojos fingí que seguía dormido y algo en mi se removió cuando ella no se apartó de mi de inmediato, si no hasta algunos minutos después.

El festival sería en su universidad, algo que se venía celebrando desde algunos años antes de que Sakura estudiara ahí, un movimiento estudiantil que servía para reunir ingresos para sus propias festividades y celebraciones deportivas internas, era popular entre los habitantes de la ciudad ya que la universidad abría sus puertas para todo aquel que quisiera una buena brocheta de calamar frito o que quisiera ganarse algún premio reventando globos con algunos dardos.

Nos vestimos a juego para aumentar la credibilidad de nuestra relación, ella con pantalones holgados con algunas margaritas bordadas en el y una blusa de hombros descubiertos color limón pastel que se adheria como una segunda piel a su hermoso cuerpo, y yo, con pantalones del mismo tono que los de ella y una playera blanca con una margarita impresa en el centro y de mangas de un verde un poco mas oscuro, bienvenido sea el verano aunque nosotros luciamos como si prefirieramos la primavera, en lo personal si lo hacía, después de todo Sakura me encontró en una noche de primavera.

— ¿Te sientes ridículo? En realidad no se porque se me ocurrió esto — estaba atando un listón de color blanco en su cabello, como las típicas diademas que solía usar.

— No, jamás me sentiría ridículo haciendo las cosas que te gustan.

La observé mientras se terminaba de arreglar frente a un espejo que tenía pegado a un costado de la puerta de su habitación, acomodando con cuidado sus pestañas con el dedo índice de la mano, peinando un pelo rebelde que se negaba a seguir a los demás, o moviendo el pantalón para asegurarse de que le quedara bien.

— Estás perfecta, si me permites la observación — sonrió con un poco de rubor en las mejillas, se giró para verme.

— A veces hablas como un anciano — soltó una risita, tan encantadora como todas las que guardaba con recelo en mi corazón —. Pero me gusta.

Tomó un pequeño bote que tenía sobre la mesita que sostenía todas las cosas que Sakura se ponía en la cara y en la piel, era de tapa amarilla y cuando puso un poco sobre su palma un olor a piña colada inundó la habitación.

— Un poco de bloqueador para evitar quemaduras.

Se acercó a mi que estaba sentado sobre el colchón esperándola, se paró entre mis piernas y embarró dos de sus dedos con el ungüento blanco. Sentí el frío del líquido espeso sobre una de mis mejillas, luego un poco en la otra y un poco más sobre la frente.

Comenzó a expadirla por toda mi cara, acariciando con suavidad, mis mejillas, la barbilla y la nariz, la observaba fijamente y casi podría asegurar que respiraba tan rápido como yo. No pude evitar descansar las manos en las curvas de su cadera, su ligero y suave toque me hacia cosquillas de vez en cuando, y, casi sin darme cuenta yo también había comenzado a acariciar con los pulgares la piel de su cintura que la blusa no alcanzaba a cubrir. Sabía que el bloqueador se había terminado de absorver hace ya un rato, pero no me atrevi a alejarme ni a interrumpir las caricias que aún me daba por la piel ahora caliente de la cara.

Gato de media noche [Sasusaku] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora