HER NICKNAME IS "CONTROL"

EXTRA - KARA PARTE 5

Los monstruos más temibles son los que se esconden en nuestras almas.

—Edgar Allan Poe.

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—Mansión Zor-El —

Y el día de mi supuesta boda llegó. Imra decidió separarnos a Selene y a mí porque sería de mala suerte vernos antes, creí que sólo mi tía era supersticiosa, pero creo que mi amiga también tiene un poco de eso. Aunque no importa lo que haga, esta boda jamás se llevará a cabo.

Ahora me encuentro frente al espejo mirándome en este vestido blanco ajustado, lo diseñé hace mucho tiempo, no es apto para bodas, pero no iba a gastar más en esta farsa, lo mismo para el vestido que Selene usará.

Me vestí y peiné de manera automática, pues desde aquella noche que Lena me tomó de esa manera no he dejado de pensar en ella, en sus besos, sus caricias y sobre todo sus mordidas, y sólo me pregunto...

¿Ella vendrá?

No, claro que no, Lena jamás se humillaría.

Y eso es algo que me encanta de su carácter.

Abro el cajón del tocador para sacar una pequeña caja de terciopelo azul y al abrirla veo los pendientes que mi tía me dio hace tres años, no me gustan, así que combinan con esta farsa. La puerta se abre y gracias al espejo miro a Imra entrar a mi alcoba.

-Tu tía está haciendo los dramas de mujer religiosa de siempre, ¿Por qué la invitaste? –

-Mera cortesía — Imra ríe levemente al igual que yo.

-Ojalá hubiera ocurrido algo en el vaticano para que no viniera — Mi amiga bromea y yo arqueo las cejas ante eso.

-Ya es tarde para creer en Dios, Imra — Bromeo también y e Imra toma los pendientes para entregármelos, pero entonces le digo: — Gracias, ¿Puedes ponérmelos? –

-Claro, sólo inclínate un poco — Me inclino tal como lo indica y me coloca los pendientes, ella sonríe al verme con ellos y pregunta: ¿Cómo te sientes? –

-Nerviosa — Es así, pero no por esta estúpida farsa de boda.

-Eso es normal, pero lo pregunto por esa mirada triste que tienes-

-Estoy bien — Suspiro como si sintiera culpa mientras acomodo mi cabello.

-Te sientes mal por lo habérselo dicho, ¿Cierto? — Bajo la mirada como si realmente me pesara — No sé qué decirte, no puedo culpar de todo a Lena porque eres mucho más fuerte y pudiste apartarla sin problemas, pero no lo hiciste — Ni siquiera intentaría detenerla, estaría realmente loca.

-Sabes por qué no pude-

-Sí, pero tú ni siquiera lo entiendes, y tal vez no recuerdes a Lena y hayas cambiado de personalidad, pero sigues siendo mi mejor amiga Kara, la que me ayudó cuando mis padres me dieron la espalda — Esos malditos, ahora están en la miseria por hacerle eso a mi amiga — Eres una mujer con la firmeza suficiente y por eso no comprendo del todo — No podrías, no sin antes golpearme.

-Yo tampoco — Respondo con una voz que indica culpa — Pero sí sé que la sola presencia de Lena me debilita, y no pude resistirme a sus beso y tacto, es como si mi cuerpo me exigiera compensar su dolor — Y eso no es mentira, Lena merecía hacerme todo eso.

-Eso sería lógico en otras circunstancias, pero no en estas, y esa mujer en la habitación contigua te ama con toda su alma y merece un matrimonio lleno de lo que ella te ha dado, honestidad y amor — Casi dejo salir una risa burlesca ante eso, esa perra solo ama al whisky.