Dicen que cuando vas a morir, tu vida pasa frente a tus ojos...
No sé si estoy muerta, pero me puedo ver frente a un auto en llamas, es el mismo olor que detecté hace unos segundos. La gasolina corriendo y creando más fuego. En el interior del vehículo hay dos siluetas difuminadas que poco a poco se vuelven claras.
Mis padres.
Ya lo recuerdo, yo llegué antes que mi familia al accidente con ayuda del que en ese entonces era mi chófer. Entonces pude verlos, a mis padres de cabeza goteando mucha sangre. Intenté correr para sacarlos de ahí, pero varias manos me sujetaron con fuerza.
- ¡Mamá! ¡Papá! –
Puedo oírme gritar, me arde la garganta y mis ojos también de tanto llorar. Forcejeo con quienes me sujetan, pero son más fuertes que yo, escucho sus voces y apenas distingo sus palabras.
-Kara, no puedes ir — Es la voz de mi tía — Ellos ya están con...-
- ¡Tu Dios no existe! — Exclamé mirándola con odio — ¡Si existiera mis padres no estarían ahí! –
-Kara...-
- ¡Suéltenme! –
Todo se volvió negro después de sentir un pinchazo en mi brazo, tuvieron que sedarme en ese momento. Y cuando desperté me dijeron que mis padres, mis luces de amor habían muerto.
- ¡No los sacaron a tiempo! — Culpé a los paramédicos y autoridades — ¡Son unos inútiles! –
Trataron de explicarme que ya estaban muertos cuando lograron sacarlos del auto, pero en ese entonces no pudieron convencerme, y en mi mente también me culpaba, pues minutos antes les llamé exigiéndoles que llegaran rápido para ir a la obra de teatro que me habían prometido.
Mientras velaban a mis padres, yo me encontraba en un rincón de mi habitación abrazando mis piernas, meciéndome en el piso, la cara oculta entre mis rodillas ya húmedas por el llanto. Quería ir con ellos, quería sentir el gentil abrazo de mi madre y sus besos en mi rostro. Quería las caricias de mi padre en mi cabeza cada que me saludaba por las mañanas o me felicitaba.
Ellos eran mis luces de amor.
Ellos eran todo para mí.
Y cuando ya no brillaron más, yo me apagué.
Durante su funeral en aquel mausoleo de la familia, mientras veía sus ataúdes descender me prometí controlar mi vida y todo lo que la rodeaba para que nada fallara. En mi consciencia perdida creía que esto me ayudaría a sobresalir y liberarme de mi familia. Si ellos no los hubieran citado a esa estúpida cena no habría viajado, y yo no los habría presionado para llegar.
Mi hermano era muy pequeño cuando ocurrió, por esa razón es distinto a mí, por eso no sufre con cada aniversario de su muerte. Y quizás de él tomé la idea para olvidar esa terrible noche, porque usé mi control para bloquear memorias horribles que ahora aparecen para atormentarme más.
- ¡Sigue con vida! –
Escucho una voz masculina, no sé dónde me encuentro, lo último que recuerdo es a ella, a Lena y su voz discutiendo con aquellas mujeres que considera su familia. Después subí al auto y conduje como si no hubiera mañana. Un fuerte golpe me provocó un dolor frío y entonces todo se oscureció.
Y ahora de pronto una luz aparece.
Casi puedo detectar el aroma dulce de mi madre.
La colonia atrayente de mi padre.
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HER NICKNAME IS "CONTROL"
RomanceCuatro años me dediqué a eludirla y en una noche ella decidió que debería tenerme. Es el Demonio con apariencia de Ángel, ella es quien paga mi sueldo así que es difícil decirle que no. Es una mujer que nunca ha recibido ordenes, está acostumbrada a...