Capítulo 2
Los Habitantes.
La familia Winterbourne llegó al restaurante principal de Whispering Pines con la expectativa de disfrutar de una deliciosa comida y, tal vez, de entablar conversaciones con algunos de los lugareños. El lugar era fácilmente reconocible por su tamaño imponente, su estructura abierta al aire y su terraza, donde varias mesas estaban ocupadas por comensales que disfrutaban de la cálida tarde.
Mientras se acomodaban en una mesa cercana a la terraza, una mujer de mediana edad se acercó con una sonrisa amable.
—Buenas tardes, soy Susana, ¿Me permiten tomar su orden?— dijo con una voz suave y acogedora, Julian y Olivia intercambiaron miradas sorprendidas por la llegada tan pronta, ni siquiera habían terminado de sentarse, antes de que Susana continuará —. Disculpen mi curiosidad, pero ¿son ustedes familia del Señor Winterbourne?
Julian asintió con cortesía.
—Así es, lo somos —. respondió— Es el padre de mi esposa, ¿Cómo lo supo?
Susana asintió con una ligera sonrisa.
—En un pueblo pequeño como este, las noticias viajan rápido —. explicó — La llegada de nuevos residentes es siempre motivo de interés, especialmente cuando están relacionados con una de las familias fundadoras como la suya.
Sophia observó con curiosidad la interacción entre Susana y sus padres, intrigada por la manera en que el nombre de su abuelo parecía resonar en cada rincón de Whispering Pines. Mientras tanto, desde la terraza, varios clientes curiosos se asomaron para echar un vistazo al nuevo grupo de recién llegados. Las miradas de intriga y especulación no pasaron desapercibidas para la familia Winterbourne, que se sintió momentáneamente expuesta bajo el escrutinio silencioso de los lugareños.
Sophia estaba absorta en la conversación con sus padres cuando una sensación incómoda la hizo levantar la mirada. Desde una mesa cercana, un grupo de jóvenes la observaba con curiosidad. Entre ellos, uno en particular destacaba, un chico de cabello rojizo oscuro y ondulado, piel pálida como la leche y unos ojos verdes intensos que parecían penetrar su alma. A pesar de su innegable atractivo, el joven irradiaba un aire juvenil y algo retorcido, aunque lo puede asociar a la mueca en su boca, algo que está haciendo mientras la mira fijamente.
Se encontró sosteniendo la mirada del chico por un momento. Sin embargo, la intensidad de su mirada la hizo sentir incómoda, y rápidamente desvió los ojos, preguntándose qué podría estar pensando aquel enigmático desconocido.
La sensación de ser observada persistió, como si los ojos del chico siguieran clavados en ella incluso después de haber apartado la mirada, trató de volver a sumergirse en la conversación con sus padres, pero su mente no podía apartarse del joven y sus amigos en la mesa vecina.
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Niebla y Ceniza
FantasySophia Winterbourne se adentra en un mundo de misterio y oscuridad cuando su familia hereda una mansión en un remoto pueblo después de la muerte de su abuelo, a quien nunca conoció. Pronto descubre que el tranquilo pueblo de Whispering Pines alberga...