Capitulo 13

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NarraValen.

Pasó un mes y todo va bien con Anna. Por suerte no nos peleamos niuna vez. Sus padres se fueron hace dos semanas y antes de irse, Annay yo les contamos de nuestra relación, se lo tomaron bien. El cuartoque iba a ser para Jade ya estaba listo, tenía los muebles y todo.Son las 13:58 y es domingo, me encuentro sentada en la mesadesayunando, bueno, no importa la hora, recién me levanté y es loprimero que como. Miré mi celular y tenía un mensaje de Anna;

Anna: "Buenos días hermosa"

Valen: "Buenos días"

Anna: "¿Quieres ir al centro comercial más tarde?"

Valen: "Claro, ¿A que hora paso por ti?"

Anna: "¿Te parece a las 15:00?"

Valen: "Claro. Te quiero"

Anna: "Te quiero más"

No pude evitar sonreír ante ese mensaje. Terminé de comer y medirigí al cuarto para bañarme.

Me puse una camisa con mangas tres cuartos acuadrille roja con azul,un short corto azul-celeste y unos zapatos parecidos a los converse.Me pinté los labios de rojo y sombra negra con muy poco rubor en mispómulos. Miré mi reloj y eran 14:56, había demorado casi una hora.Dios!. No había nadie en la casa así que anoté en un papel quesaldría con Anna y lo pegue en el refrigerador. Tomé mis llaves yme dirigí a la cochera. Toqué la bocina frente a la casa de Anna yella salió. Se veía hermosa, traía una camisa acuadrille como lamía pero en tonos de violeta y rosado, con una musculosa al cuerpobajo de ella. Un short corto, blanco con tonos celestes. UnosConverse celestes y traía delineador en los ojos. Entró a mi auto yme dio un cálido beso, empecé a conducir y puse música para elcamino.

A fin de 12 minutos llegamos al estacionamiento del lugar, bajamos yentramos.

Paseamos por tiendas y nos reíamos por todo. Después de un largorato decidimos ir a la plaza de comida por una hamburguesa y algomás.

Nos sentamos cerca de la puerta del mini-restorant. Las mesas eran de vidrio y tenían sillones rojos.

-Bienvenidas ¿Que desean llevar?- preguntó la mesera devorando con los ojos a Anna. ¡Me hierve la sangre! Agg.

-Em... Un combo grande.- dijo Anna algo sonrojada.

-Yo lo mismo que ella- dije retando a la mesera con la mirada.

-Esta bien. Enseguida- respondió esta mirando a Anna. Estuvo como un minuto parada viéndola!

-¿Que tanto la ves?¿Te gusta?- pregunté ya cabreada.

-No. ¿Que?. Lo siento. Yo...- no continuó y se dirigió a lacocina.

-¿Esos fueron celos?- preguntó Anna sentándose a mi lado.

-¿Tu que crees?- baje la cabeza algo avergonzada por lo sucedido.

-¡Pequeña!- rió Anna.

-Ja-ja- reí sarcástica. Y Anna me besó. Le correspondí, obvio,pero una tos falsa tuvo que arruinarlo todo. Era la mesera connuestro pedido. Anna me abrazó de la cintura y la miró.

-Gracias- contestó Anna con una sonrisa y la mesera se fue con cara de "Agg"

Comimos entre risas y besos. Cuando terminamos pagamos y nos fuimos a buscar el auto, se nos pasó la hora volando, ya son las 18. Llegamos al estacionamiento y había una señora con uncarrito de súper-mercado. Nos quedó mirando unos segundos y ambas nos incomodamos.

-¿Me harían el favor de llevar el carro hasta allí?- preguntó las eñora señalando a un tipo que cuidaba los carros.

-Cla...Claro- Anna sonrió. Lo tomó y me hizo señas que entendí muy bien.

Tomé el carro y Anna se subió, empecé a correr con el carro por entre los autos como una loca total, al igual que Anna, reía mucho.Ella sacaba los brazos fuera y comenzó a gritar cualquier tontería.

A cabo de unos minutos, con mucho impulso me subí con Anna al carro,apenas entrabamos pero no nos quitó la diversión. El carro iba por cualquier parte con mucha fuerza. Pero no era buena la dirección queeligió, se dirigió a donde deberíamos haberlo llevado hace rato.Habían algunas personas caminando por ahí. Anna y yo gritábamos enforma de advertencia. Ellos se corrían y otros reaccionaban cuandocasi los atropellaba. Anna y yo reíamos por miedo a caernos y porqueera divertido. Se nos acabó la diversión cuando el carro parójusto frente al que cuida de los carros. Nos miraba serio y anosotras se nos borró la sonrisa. Como pude bajé, ya que el carrose movía mucho. Luego de que bajamos las dos le pedimos disculpas alseñor que estaba ahí y nos dirigimos al coche sin decir unapalabra.

Apenas subimos al auto estallamos en risas. Antes de llegar a casaparamos en un parque y nos sentamos en los columpios de la mano. Nosbalanceábamos lento y en silencio, pero no era un silencio incomodo.Poco a poco fue oscureciendo hasta que las únicas luces que se veíaneran las que estaban a cada esquina del parque. Estuvimos cerca demedia hora así, de la mano y calladas, hasta que Anna rompió elsilencio.

-Te quiero mucho ¿Sabes? De verdad, lo hago- dijo en un suspiroviéndome a los ojos. Me derretí con lo que dijo. ¡Más tiernaimposible! Me baje de mi columpio y me senté a horcadillas encima deella, tomé su rostro y la mire fijo a los ojos.

-Yo también te quiero mucho ¿Sabes?- rió tímida – ¿Y sabes unacosa más? - pregunté y ella frunció el ceño. -Eres mía y denadie más. ¿Entiendes? MÍA- sin pensarlo la besé y ella mecorrespondió. Nos bajamos de los columpios y nos subimos al auto. Elcamino estuvo lleno de silencio y miradas coquetas.

-Hasta mañana hermosa- me besó Anna cuando bajamos del coche.

-Hasta mañana- respondí viéndola alejarse.

Entré a casa y fui directo a mi cuarto, estaba exhausta pero valióla pena. Me bañé, me coloqué la pijama y fui a la cama para soñarcon mi princesa.



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