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Cap. 23

Hola bebos hermosos! Gracias por esperar y aún leer mi nove! Les traje otro cap y espero que les guste. Lectoras fantasmas, reportándose en 3...2...1 YA ahr Quieren que les dedique el siguiente cap? Comenten capos

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Me desperté por unos pasos en la escalera. En la sala solo estábamos Anna y yo. Érika estaba bajando con Nahuel y no se les veía enojados ni tristes, se les veía felices. Definitivamente no tenía idea de lo que estaba pasando.

-Buenos días- dijo Érika sentándose enfrente de nosotras.

-Buen.... Día- terminé de decir interrumpida por un bostezo.

-Ya les contamos a los demás lo que pasó, íbamos a esperar que despierten pero los chicos estaban ansiosos- dijo Nahuel sentándose alado de Érika.

-Descuida- dijo Anna, no me había dado cuenta de que estaba despierta.

-Érika.... Érika y yo estamos.... Estamos saliendo y pues... Cómo no es formal....- dijo Nahuel y Érika le interrumpió.

-Cómo no es formal Rose quería "alejarnos" por decirlo de alguna manera y por eso yo me enojé anoche, ella era la única que lo sabía, yo confié en ella y me traicionó- continuó Érika con los ojos cristalizados.

-Me alegro por ustedes- dijo Anna con una sonrisa que contagió a nosotros tres.

-Me empezaba a caer bien Rose- dije haciendo una mueca de desepción.

-¿Donde está ella ahora?- preguntó Anna.

-Se fue, dijo que estaba arrepentida de lo que había hecho y que tendría que empezar de nuevo para estar bien con ella misma- dijo Nahuel.

-¿Quien la llevó?- preguntamos a unísono Anna y yo.

-Compró pasajes para un colectivo- agregó Érika.

-Ajá. Bueno, yo les deseó suerte y me gusta la pareja que hacen ambos- dije con total sinceridad.

-Muchas gracias Valen- respondió Nahuel con una gran sonrisa.

-A mi también me gusta- exclamó Anna y todos reímos.

-¿El resto de los chicos?- pregunté extrañada.

-Están en la playa, según ellos buscando cosas raras que dejó la fuerte marea de anoche- asentí- En la cocina está su desayuno- dijo Érika -Nosotros bajamos, nos vemos luego- agregó dirigiéndose a la puerta junto a su nuevo no sé qué.

-No creí verlos en algo serio- dijo Anna parándose.

-Yo tampoco- sonreí - pero me gusta-

-Iré al baño- dijo Anna dándome un beso en la mejilla.

-Igual yo- agregué.

Ella fue al baño de arriba y yo al de la planta baja. Aun me parecía raro ver a Érika en algo serio, si bien no es formal su relación está enganchada con una sola persona, a ella la tenía como una chica fácil y a Nahuel un chico sin ataduras. Aunque no niego que sería bonito que duren.

Salí del baño y me dirigí a la cocina, se encontraba Anna sirviendo café en dos tazas estaba de espaldas así que cuando dejó la tetera con el líquido caliente sobre la mesa la abracé por la espalda, sentí que se erizó, tal vez la había asustado pero enseguida sonrió.

Se giró en mis brazos y cuando estuvo frente a mi puso sus brazos al rededor de mi cuello. Me fui acercando a su boca y me alejé cuando estuvimos a punto de besarnos haciéndola desear, si eso era posible, claro.

-Basta- dijo sonriendo.

Me acerqué de nuevo y cuando me iba a alejar ella me atrajo hacia su rostro con su mano y por fín nos besamos, al principio era tierno y lento pero poco a poco se fue poniendo ardiente y necesitado.

Inconscientemente hice a un lado las tazas y un plato con waffles que estaba encima de la mesa y sujetando a Anna de los muslos la subi a la mesa.

NarraAnna

Abrí mis piernas y Valen se acomodó entre ellas, tomó mi cuello mientras yo acariciaba su espalda por debajo de la fina tela de su camisa. Bajó sus besos a mi cuello y de mi boca comenzaron a salir pequeños gemidos. Bajé mis manos a su trasero y con toda la intención comencé a apretarlos.

Esto se estaba saliendo de control y si continuábamos, lo menos que íbamos a hacer era desayunar pero por mi, ningún problema...