Más que deseo

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No no no no, esto no puede ser.

Pensó alarmado, su cuerpo anhelaba ese contacto, pero su mente se negaba a ceder ante tal locura. Intentó alejar a Iori con brusquedad, el olor de Iori, su sabor, todo lo que él representaba, era más embriagante que el maldito whiskey y tenía que alejarlo o no podría controlar esos impulsos impetuosos.

Empujó a Iori con las manos, pero en vez de alejarse, el pelirrojo agarró sus muñecas y forcejeó contra él. Segundos después, Kyo se encontró bajo el cuerpo de Iori y estaba besándolo otra vez.

Kyo mordió el labio de Iori con fuerza hasta hacerlo sangrar, en un intento por detener ese beso. Iori cortó el beso y se irguió, se llevó una mano a la boca y notó el pequeño corte húmedo. Un nuevo relámpago irrumpió la oscuridad y a Kyo le pareció ver que los ojos carmesí de Iori brillaban incandescentes como dos hogueras salidas directamente del infierno. Su sonrisa sádica muy similar a la que solía poner en sus enfrentamientos, le envió un delicioso escalofrío que bajó por su columna vertebral hasta sus pies.

Iori se relamió los labios, esa brusquedad de Kyo solo había logrado excitarlo mas, se rio por lo bajo y se inclinó de nuevo sobre Kyo, esta vez para enterrar su cabeza en el ángulo de su cuello y morder la piel expuesta. Kyo se revolvió bajo su cuerpo, porqué los mordiscos no fueron gentiles y la piel de su cuello era más sensible.

Sintió una combinación de dolor y placer muy inusual, y Kyo se preguntó si alguna vez había sentido algo similar. Lo que Iori provocaba en él no se parecía a nada que él hubiese experimentado con ninguna mujer y aunque Kyo no tenía experiencia en esa área tampoco, tuvo la certeza de que tampoco se sentiría así con cualquier otro hombre.

La mano de Iori se paseó por su pecho, acariciándolo con rudeza, arrugando la tela de la camiseta como si quisiera arrancarla a tirones. Kyo se estremeció ligeramente, cuando Iori finalmente tocó la piel de su estomago por debajo de la tela. La mano de Iori se sentía más fría y el contraste contra su piel caliente le hizo temblar. Iori continuó mordisqueando su cuello, mientras pellizcaba y aruñaba la piel de su estómago, como un animal encarnizado.

Kyo no sabía porqué, pero no podía moverse, la mezcla de dolor y placer que esas caricias rudas le otorgaban era confusa y a la vez demasiado excitante. Permitió a Iori arañar su piel aún sabiendo que las uñas de Iori podían ser un arma de doble filo. Iori podía abrir su piel fácilmente con ellas y dejar heridas profundas.

Iori no se conformó con probar la piel de su cuello, levantó la camiseta y comenzó a besar y morder cada músculo de su pecho, como si tuviese la intención de memorizarlos todos. Le gustaba ver como Kyo se estremecía cada que mordía su piel.

La entrepierna de Kyo se endureció y el castaño odió como su cuerpo reaccionó tan rápidamente a los estímulos. Iori acarició con sus manos el bajo vientre y pronto llegó al inicio de los shorts de pijama que usaba para dormir. Kyo le dedicó una mirada fiera, como una advertencia y a Iori le dio la impresión de que era como un felino a punto de lanzar un zarpazo si se atrevía a continuar.

Sonrió malicioso y paseó su mano por encima de la tela, sintiendo la dureza a través de ella. Sin esperar a que Kyo le diera permiso, lo atenazó entre su mano y comenzó a moverla, generando fricción contra la tela. Kyo se estremeció una vez más y arrugó el entrecejo. Iori estaba fascinado con cada nuevo gesto que descubría de él. No era su primera vez haciendo ese tipo de cosas con hombres, en un par de ocasiones había recibido orales de jóvenes que encontraba atractivos en los bares donde daba sus presentaciones.

Una vez inclusive, llegó a follarse a uno y la sensación no le pareció nada del otro mundo, muy similar a como cuando lo hacía con una mujer. Era como satisfacer una necesidad fisiológica, como algo que tenía que sacarse de la mente para poder seguir con su día. Iori no buscaba una relación sentimental, era consciente de que con su salud inestable no podía aspirar a tener un lazo afectivo real con nadie. ¿Cómo iba a explicarle a esa persona le origen de sus poderes? ¿Cómo iba a construir una relación a base de mentiras?

ShatteredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora