꒦꒷ CONNOR: HEAT ꒦꒷ Detroit: Become Human

1-16: Pasto y Ovejas

10 de Noviembre
7:31:04 PM

-Oh por dios-El hombre soltó su almuerzo sobre si mismo, sin poder creer sus ojos corrió hacia nosotros y en un evento inesperado envolvió sus brazos sobre mi. -Pensé que te habían matado-.

Había pasado un día desde que destruyeron Jericho, habíamos estado todo el día escondiendonos en una iglesia, donde después de chocar solo quedábamos un par de cientos entre Jericho. La mayoría no había sobrevivido el ataque.

North había salido lastimada, Josh estuvo a nada de morir, si no hubiera sido por Connor, no estaria entre nosotros. No había mucho que hacer por ahora, éramos muy pocos y una confrontacion no convenía a nadie ahora. Al menos hasta que Connor propuso infiltrarse en la Torre CyberLife en Belle Island.

Lo cual Negué por completo, pero me convenció ya que aumentaría nuestras fuerzas en miles. Aunque mi miedo profundo era que se encontrara con el lote de RK900, docientos mil.

Era información que desconocía si estaban ya producidos, pues era el procedimiento común tenerlos listos para el lanzamiento del anuncio y no había pasado mucho hasta que vi ese espectacular camino a Jericho hace algunos días.

El siguiente paso era dar una última visita a alguien conocido. Connor no estaba vestido con su uniforme habitual y por eso tenía que regresar a casa de la persona que lo ayudó todo este tiempo.

Hank Anderson ^

Amigable

Recibí devuelta su abrazo, el me tomó de los brazos para mirarme mejor y el como estaba vestida, mi uniforme, a excepción de las modificaciones hechas por Markus, como las botas de combate que traía puestas y los vendajes que sostenían los finales de mi rasgada camisa negra. Sin olvidar el abrigo beige sin mangas.

-Mirate, te ves como la mierda- Palmeo mi hombro mientras sonreía con algo de lagrimas en los ojos.

-Tambien lo extrañe, teniente- Sonreí mientras el nos daba paso de su pórtico a los adentros de su casa. Sumo, el gran San bernardo que casi ataca a Connor el 6 de diciembre ladró hacia a mi.

-No imaginas lo mucho que se quejo después de que te fuiste-Connor dijo, abriéndose paso entre nosotros para dirigirse al cuarto del Teniente.

-Yo recuerdo que quien no paraba de hablar imaginando tu estado no era exactamente yo-Hank complemento. Bloqueando el paso hacia la cocina.

-Me alegra mucho poder verlo desde esta perspectiva, teni- Hank me interrumpió.

-Hank,-Repitio su nombre para mi, dándome permiso de usar su nombre- deja de llamarme teniente, ya no estas bajo mis ordenes-.

-Entendido,-Tome un par de segundos de duda antes de seguir mi siguiente palabra-Hank-.

Connor asomo su cabeza por la puerta del cuarto, ahí supe que tenía que acudir a su ayuda. Así que me separe de, Hank para ir a ver a Connor.

Tenía la camisa desabrochada al igual que el pantalón a medio abotonar con su cinturón colgando por los lados. Negué levemente. Y me acerque a él. Empecé quitando sus manos de la camisa para acomodarla y abrocharse yo misma.

Mis dedos se detuvieron un segundo al considerar que tal vez esta sería la última vez posible en la qué vea a Connor con vida. Subí la mirada para encontrarme con sus ojos mirándome, sin una pista de que era lo que pasaba por mi mente. Estaba apunto de decir algo, pero el arrepentimiento me detuvo, el miedo a que algo pasara, a la revolución, a nosotros, a Connor.

Los focos del cuarto apenas daban una iluminación tenue amarilla, era posible describir con detalle sus facciones solo si ponía la atención suficiente, pero tampoco era tan oscuro para cegarnos la vista. Después de abotonar su camisa pasé a los puños de la misma, quedandome ahí durante un par de segundos. Tomando su mano.