🧬 DEFENSA

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"La humanidad sobreviviente se adaptó a la radiación constanteprovocada por las bombas, y los Contaminados no se quedaronatrás

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"La humanidad sobreviviente se adaptó a la radiación constante
provocada por las bombas, y los Contaminados no se quedaron
atrás. Ellos mutaron. Volviéndose aún más letales."
—EL VIRUS, VERSIÓN AUTORIZADA PARA ESPECIALISTAS.

En pocos meces había memorizado los pasillos y corría con habilidad entre ellos aun a oscuras. Llegamos a la puerta de la Sala de Armas. La cual sabía que estaba prohibida, al menos para mí, pero ahora no dependía de ello. Si sobrevivía estaba dispuesta a afrontar las consecuencias. Él abrió la puerta y entramos. Iluminé los estantes de armas buscando alguna que supiera disparar. Tomé un rifle, papá me había enseñado a dispararlo cuando íbamos de caza, aunque si mamá lo supiera nos mataba a los dos.

—¿Sabes usarlo?

—¿Tú no? —Lo vi negar y a la vez estar dudoso de mi manejo de aquella arma. Conseguí recargarla y el sonido hizo eco en la Sala. Tomé algunas municiones, un silenciador y encendí la linterna que le coloqué para solo tener las manos en el rifle—. Puedes quedarte aquí. Puedo hacerlo sola...

—Sé cómo disparar. No te preocupes por eso. —Lo vi tomar una pistola, dejando las herramientas en un estante. Recargó la pistola y tomó municiones.

—Los Contaminados odian el ruido... —Le informo. Viendo el silenciador en un estante detrás de su cabeza. Hice un movimiento hacia aquel accesorio—. A menos que quieras que estemos muertos después del primer disparo...

—¿Y debo confiar en ti por qué?... —Su mirada me fulmina, esperando que le dé una maldita razón para confiar. Se está volviendo más insoportable...

—Porque pase toda mi vida en el exterior. Sobreviviendo. —Mi tono molesto no causó reacción en él, obviamente—. Así que deja de perder tiempo...

Rodó los ojos mientras tomaba el silenciador y lo colocaba en su lugar. Necesitaríamos el mejor equipo posible para acabar con ellos en lo que los Defensores, Vigilantes o quienes pudieran combatirlos llegaran al nivel. Me coloqué un chaleco con municiones extra, en caso de que fueran muchos, que esperaba que no fuera así porque moríamos en cuestión de segundos. Lo vi hacer lo mismo, mientras acomodaba mi pantalón cubriendo las agujetas de mi bota.

—No te separes... —Camino hacia la puerta. Esperaba no haberme olvidado de poner las fundas de los cuchillos en mi bota.

—¿Estas bien con ir al frente? —distinguí como elevaba una de sus cejas.

—Sí. —No, no lo estaba, pero no había de otra no iba a dejar que creyera que no podía hacerlo. Y si tenía algo de experiencia en este campo. Solía acompañar a papá a las Ruinas por suministros o cualquier otra cosa que necesitáramos de ese lugar. Así que, yo era la más indicada para hacerlo que un privilegiado.

—¿Segura?

—Sí.

—Después de ti... —Su mirada juzgona a través de la oscuridad me ponía de nervios.

Apocalipsis: ContaminadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora