Ruptura.

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Esta historia está dedicada a Caliope, por permitirme escribir esta historia para mí y para ustedes; para Afrodita, quien me permite plasmar la belleza del amor; y a Hera, quien aquí unió los caminos de Jason y Percy con un lazo invisible, dándome inspiración para llevar a este par a un matrimonio feliz. Además a Apolo, mecena de las artes y otras tantas cosas divinas (hola, papá).

Una vez hechos los honores necesarios, ¡bienvenidos a esta historia!

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Era casi el final del verano. Hace apenas un par de días atrás, Percy había vuelto de su misión en el laberinto de Dédalo, que culminó en una ruda batalla en el campamento. En el proceso habían combatido con cientos de monstruos, se reencontró con Nico Di Angelo, vio morir al dios Pan, se topó con el cuerpo de Ethan Nakamura en un sarcófago e incluso terminó varado en Ogigia luego de provocar la explosión en uno de los talleres de Hefesto (No en ese orden precisamente). La caótica experiencia tenía el ánimo de Percy por los suelos, cuestionando si realmente valía la pena pelear todas aquellas batallas a costa de las pérdidas humanas, preguntando cuántos amigos tenía que perder en el proceso de ser un héroe. Él no quería ser un héroe, y tampoco pidió nunca ser un semidiós.

Percy esperaba que después de la cruda experiencia, su novio Luke Castellan le daría su apoyo e intentaría hacerlo sentir mejor. Sin embargo, lo único que el hijo de Poseidón había obtenido desde su regreso eran reclamos y peleas, todo por las diferencias de ideales que cada uno tenía respecto al asunto de Cronos.

—Tú no tendrías que estar peleando sus batallas. —Luke se apoyó en uno de los pilares de la litera, mientras Percy se mantenía sentado en la cama con la vista en el suelo.

—¿Podrías solo... dejar el tema? —pidió sin mirarle, apretando las sábanas entre sus dedos.

Se sentía agotado. No sólo por la misión, ni por el hecho de haber pasado los últimos años en misiones arriesgando el pellejo, sino por lo desgastante que se había vuelto la relación con su novio.

Luke y Percy comenzaron su relación a finales del primer verano que el hijo prohibido pasó en el Campamento Mestizo a sus 15 años. La conexión fue inmediata, y mientras más tiempo pasaban juntos menos podían separarse. De él aprendió a pelear con espada, y fue su compañero en cada lección para hacerlo sentir acompañado. Estuvo pendiente de su bienestar, se preocupó por que se sintiera cómodo en su estancia en el Campamento Mestizo y que entendiera poco a poco los nuevos problemas que conllevaba ser un semidiós, aún cuando fue reclamado por Poseidón y la mayoría se alejó por el estigma de ser el quiebre de un juramento sagrado hecho por los dioses. Aún cuando Percy tuvo que marcharse en su misión para recuperar el Rayo Maestro y devolverlo al Olimpo junto a Grover y Annabeth, siempre sintió a Luke cerca dándole fuerza para continuar.

Aquella primera vez el hijo de Hermes no parecía afligido, al contrario, parecía contento con el protagonismo de su ahora novio y del éxito de su misión. El siguiente verano, Luke recibió a Tyson con gusto y preparó a Percy para adentrarse al mar de los monstruos, asegurándole que él se encargaría de mantener a salvo el campamento mientras él traía el Vellocino de Oro. Y sí, eso sucedió, pero las cosas comenzaron a cambiar cuando Thalia se tomó la molestia de dejar de ser un árbol y volvió a su forma humana. Percy sintió algo de celos por la atención que la hija de Zeus estaba adquiriendo, pero sobre todo por lo mucho que Luke y Annabeth lo dejaron de lado al tener a la pelinegra de vuelta. Podría haber pasado por alto el tema, tratar de entender lo especial que Thalia era para su novio e ignorar sus inseguridades, pero la actitud del rubio se tornó aún más cuestionable en el invierno.

Invisible String | JercyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora