Insomnio -Frerard-

-Prólogo-

Sus ojos verdes caían hundidos en su piel, pálida, que pretendía teñirse del mismo color que sus orbes, según parece. Nunca vio esos ojos con vida, pero podía asegurar que eran muy hermosos cuando el reflejo del sol posaba sobre ellos. Era un tono de verde bastante especial, después de todo.

Noche tras noche, siempre que despertaba, se decía entre risas que mataría por ver esos ojos tan bonitos brillar.

También sus labios, que siempre figuraban resequedad, siempre abiertos ligeramente, esperando quizá a que su alma escapara del cadáver que pronto se convertiría en una cárcel eterna, enterrada bajo toneladas de tierra húmeda e infertil, en un ataúd barato, porque nunca fue de muchos lujos, y nadie más que su hermano parado en la tierra fría, porque era su único amigo.

Frank se decía a sí mismo que él iría a su funeral, si conociera al chico fuera de sus sueños.

Eso era todo; un sueño.
Un sueño, y aún así el rostro sin expresión del chico siempre lo tomaba por sorpresa. Con gotas infinitas de sudor frío saliendo de su frente, deslizándose por toda la extensión de su rostro hasta bajar a la barbilla, empapada por igual. Su habitación era de repente todo un infierno.
Así como sus ojos, y su fúnebre rostro muerto, el mar de sangre brotando de su torso lo perturbaba más de lo que le contaría a su psicólogo el día siguiente. Y siempre era sangre fresca. Rojo brillante, tan brillante como querría que sus ojos lucieran.

Todo esto le recordaba a su madre, a sus caricias cuando le decía que aunque soñara con ello, nunca se iría, y meses después, cuando la vio por última vez, antes de que descendiera elegante como siempre en una simple caja de madera hacia un agujero en la tierra.

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Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeno. Tengo dos historias en proceso, pero ¿por qué no hacer otra? Ya la tengo planeada por completo, creo, si es que no cambia nada, y de verdad espero mucho de ella.
Es la primera que escribo que no es 100 % realista, así que wah, estoy emocionada. PERO ESTO NO SIGNIFICA QUE SUBA SEGUIDO, SOY UNA TORTUGA, SH.

Ahora:
Los personajes, como ya saben, no me pertenecen, así como las ubicaciones, nombres o demás cosas que se mencionen aquí. Cualquier parecido con la realidad o algún otro escrito en internet es mera coincidencia.

Siempre me siento tan profesional cuando escribo las advertencias.