〖5 minutes ❏ Todoroki Enji〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ³'⁵

Él sabía que Hotaru era inocente en todas las situaciones agrias que habían sucedido en su relación, él sabía que ella era dulce y soportaba todo, él era el culpable siempre.

Ella siempre le daba todo lo que él podía necesitar y más, pero la despreciaba, empujándola, ignorandola, tratandola de inútil, todo por miedo a ser criticado por la sociedad y por no saber amar como corresponde.

Ahora estaba solo, con miedo, deseando ver la sonrisa de su amada una vez más, pero no sabía si eso sería posible.

Recordaba cada sonrisa que ella le dedicaba y el como estas se esfumaban por su culpa, porque él normalmente la lastimaba, y lo lamentaba, sabía que la hizo vivir un infierno igual que a toda su familia.

A pesar de que ella intentó amarlo, a pesar de que le dedicó 20 años, él lo arruinó, sabía que era demasiado tarde para disculparse por todos los errores, pero quería intentar, quería ver la sonrisa de Hotaru de nuevo, porque sabía que la culpa era suya.

Y que cliché estaba viviendo, porque no sabía lo que tenía hasta que lo perdía y él ahora sentía que estaba perdiendo a su mundo con solo saber que ella estaba en peligro y él no podia hacer nada, tuvo que esperar a que se diera una situación trágica para reaccionar.

Sábado por la noche, una pelea nueva y esta vez Enji miraba sus manos mientras estaba sentado en la cama y maldecía, escuchaba la ducha y sabia que Hotaru estaba ahí, escondida, asustada, herida.

Sus llamas habían salido inconscientemente por la ira y la había lastimado, otra vez... Sin duda no cambiaba, se merecía cada palabra que sus hijos le decían, era un monstruo que solo destruía a su paso.

— Maldición...

Un llanto pequeño se hizo oír y este le destrozó el corazón, sabía que era ella, que le dolía, sabía que le dejaría una cicatriz a su bella Hotaru.

Fue cuestión de minutos para verla salir con su pijama y una venda en su pierna, la miró serio y ella le dedicó una cálida sonrisa.

— ¿Sigues despierto? Mejor vamos a dormir, Enji, ya es tarde.

Al ver cómo ella le daba un beso y se acomodaba para dormir temblorosa apretó los puños y agarró sus cosas dispuesto a irse, él no la merecía y le dolía el saber que no podía darle el amor que ella merecía.

Ese recuerdo era uno de los tantos que le carcomían la consciencia y la mente, después de ese día ella le trató como si nada y eso le enfadaba, ella le daba miles de oportunidades y él no las merecía ni aprovechaba.

Era un idiota.

Ella le daba un tipo de amor que nunca tuvo, uno que duró años sin importar el daño y aún así nunca pudo corresponderle si quiera un poco, pero él deseaba redimirse, deseaba poder amarla como ella lo amaba.

A pesar de que no merecía ser tan codicioso, quería a Hotaru, ahora ella era su única ambición y prioridad, sólo deseaba que el tiempo se lo permitiera.

Tres minutos.